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TESTIMONIOS. Hace 25 años: Documento histórico e inédito

on 01 Jun, 2020
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Barcelona (España), 01/06/2020, Sor Gemma Morató i Sendra.- Bienvenidos y bienvenidas a este vídeo, a esta web, para presentaros un nuevo apartado en el Año de Gracia. Un apartado llamado “Testimonios”. Un apartado que podéis encontrar en nuestra web y en el apartado especialmente dedicado al Año de Gracia, este año en el cual recordamos, conmemoramos, los 25 años de la Beatificación de Marie Poussepin. 

¿Qué queremos que sea este apartado? 
 
Pues un recuerdo, un volver a la memoria, un compartir de lo que fue el 20 de noviembre de 1994. Os animamos, desde aquí, a grabar un video sobre ¿qué fue, qué hicisteis el día de la Beatificación de Marie Poussepin? ¿Estabais en Roma? ¿Estabais en Francia? ¿Estabais en vuestro país, de gran fiesta? ¿Cómo fue? ¿Lo recordáis o nos lo queréis contar? Si es que sí, podéis hacer un vídeo, eso sí, siempre en horizontal, también podéis grabar un audio y por tanto lo único necesario es que haya silencio y que se entienda claramente, o bien podéis escribir un texto, que traduciremos también a los tres idiomas, español, francés, e inglés en los cuales está la web, y todo mundo podrá leer, o si tenéis alguna foto. Hoy, quiero inaugurar yo misma este apartado de “Testimonios”.
 

DOCUMENTO HISTÓRICO E INÉDITO: 20/11/1994

 Clicar sobre la imagen para ver el VÍDEO

 

 TESTIMONIO DE SOR GEMMA MORATÓ i SENDRA

El 20 de noviembre de 1994 tuve la gracia, la suerte, el regalo, la bendición, el milagro, de estar en Roma, de participar de la beatificación de Marie Poussepin. Yo aún estaba en formación, vivía en la Casa Provincial en Barcelona, España, y apenas hacia unos meses que había empezado a estudiar periodismo. ¿Qué recuerdo de aquel día? A parte de una gran emoción, incluso un “estar flotando” de la alegría. Recuerdo el Foro dedicado a Marie Poussepin. Recuerdo muchos rostros, muchas miradas, muchas hermanas de la Provincia de España que participaron y que viendo las fotos, pues ya gozan del Señor, ya gozan de Marie Poussepin.
 
Recuerdo la mirada profunda, el porte noble de Hna. Inés Mercedes. La alegría contagiosa de Hna. María Fabiola. La alegría profunda, brillante, de Sor Madeleine St. Jean. ¿Qué debió ser para Sr. Madeleine aquel día? Después de todo lo que había trabajado para la beatificación junto con el Abbé Preteseille. Recuerdo el testimonio de hermanas, de laicos, hablando de Marie Poussepin. Sor Carmen, Provincial de España en aquel momento, Sor Reetha Mechery de la India. Un doctor de Colombia que emocionó a toda la sala, dominicos y otras hermanas de muchas partes del mundo. Recuerdo llegar a la Basílica de San Pedro, con el tapiz de Marie Poussepin en su fachada junto con los otros que iban a ser proclamados beatos. Aquel día no había tantas medidas de seguridad como ahora y pude entrar muy cargada con una bolsa muy grande y veréis para qué.
 
Tuve también la gracia de estar sentada en los primeros bancos, detrás de un grupo de cardenales y el porqué, pues porque aquel día pude comulgar de las manos de mi Papa. Soy de la generación de Juan Pablo II, San Juan Pablo II. Aquel día, el Papa no estaba nada bien. Todas sufríamos a que pudiera terminar la celebración y así fue. Fue un día espléndido, la emoción de oír proclamar a Marie Poussepin Beata. Ver como se destapaba el tapiz dentro la Basílica. Después el grupo de hermanas, tantas hermanas, de tantos lugares del mundo. Tantas alumnas y antiguas alumnas, tantos sacerdotes, obispos, cardenales, hermanos dominicos queridos, que estaban allí, compartiendo con nosotras. Y luego una comida fraterna, simpática, con muchas hermanas, que vivieron un día especial.
 
¡No sé! 25 años, ya son unos cuantos años. Ojalá, ojalá pudiéramos conseguir que Marie Poussepin sea canonizada.
 
Os he dicho que aquel día entré en la Basílica con una gran bolsa, que además era amarilla y se veía mucho. También os he dicho, que hacía poco, que había empezado a estudiar periodismo. Pues bien, en esa bolsa llevaba una cámara de video de esa época. Y no hace mucho, pensando, qué hice aquel día, recordé que aquel día había filmado. De manera casera, con los medios de aquel momento. Y he tenido la suerte de encontrar esa cinta. Es la cinta que ahora os voy a compartir. Evidentemente la calidad no es la de ahora, pero las imágenes tienen toda la calidad del mundo. ¿Por qué? Porque nos recuerdan, nos rememoran, nos llevan a un momento histórico de nuestra Congregación, de las Hermanas de la Caridad Dominicas de la Presentación.
 
Por tanto, ya no me explico más. Dejo, os comparto lo que aquel día pude filmar. ¡Gozadlo! Un abrazo y hasta pronto.