Imprimir

TESTIMONIOS: Hna. Beatriz Álvarez

on 14 Nov, 2020
Visto: 1932

La Turena, Bucaramanga (Colombia), Hna. Beatriz Alvarez Gómez.- Mi participación en la Beatificación de Marie Poussepin: Desde los últimos meses del 1993 se creó la Comisión para preparar esta solemnidad, pues es necesario pensar en muchos detalles. Formé parte afortunadamente. Decisiones sobre los recuerdos que se darán, sobre los viajes de las Hermanas de todas las Provincias, sobre los modelos de imágenes que se deben entregar para que hagan en el Vaticano los gobelinos para la Basílica en el interior y otro en la fachada de San Pedro. Y pensar todo lo referente a la llegada a Roma y hospedaje, programas y la ida de todas a Tours, Dourdan, Sainville, Janville, Chartres.

Reflexiono desde mi oficina de consejera y secretaria en la Casa Madre, pues era preciso reflexionar sobre todos los detalles, para luego decidir en la reunión. Empezamos a trabajar en esta Comisión desde los días en que en Roma se decidió la fecha en que el Santo Padre celebraría la Beatificación.

Al llegar el año de 1994 tuvimos la dicha de saber la fecha escogida para la solemne Beatificación de Marie Poussepin, tanto tiempo anhelada: fue fijada para el 20 de noviembre de este año 1994, domingo de la fiesta de Cristo Rey. La Orden Dominicana tendrá ese mismo día tres nuevos Beatos: el Padre Jacinto Cormier, quien fue Maestro General de la Orden, Nuestra Madre Marie Poussepin y Mère Agnès Langeac, quien fue dominica de clausura pero fundó otra comunidad apostólica, en Puy, Francia. Por esto el programa ha sido todo planeado con los Frailes y habrá buena parte en Santa Sabina.

Oí muy bien a Monseñor Jean Honoré, nuestro Arzobispo de Tours, quien hizo al Santo Padre la petición de declarar Beata a Marie Poussepin. Le hubiera correspondido este honor al Señor Obispo de Chartres, pero él declinó a favor del de Tours, que es la sede de la Congregación.

La imagen de Mère Poussepin estaba cubierta con una tela suave y solamente la hicieron visible en el momento en el cual el Santo Padre Juan Pablo II pronunciaba la fórmula, en respuesta a la petición hecha por el Señor Arzobispo de Tours, Monseñor Jean Honoré:

Declaro que Marie Poussepin goza de la visión de
Dios en el Cielo, y la Iglesia puede rendirle culto
como Beata donde esté su Congregación.

Se descubre rapidísimamente su imagen y resuenan los aplausos por toda la Basílica. No puedo describir el gozo sentido en ese momento. Es igual que los dones sobrenaturales algo inefable que no puede traducirse en palabras.

Beata Marie Poussepin, Apóstol Social de la Caridad
Como las lecturas se distribuyeron entre las Familias Religiosas de los cinco Beatos, tuvimos la suerte de que la primera lectura de la Eucaristía la hiciera Hna. Inés Serrano. En los dos ángulos posteriores estaban las imágenes de los tres miembros de la Familia Dominicana que eran beatificados en ese mismo día. A nuestra derecha, el de nuestra Madre Marie Poussepin y en el de la izquierda, unidos el del Padre Jacinto Cormier y la Madre Agnès de Langeac.

Al final de la celebración Eucarística van a saludar al Santo Padre el Maestro General, Padre Timothy Radcliffe y el Padre Innocenzo Venchi, Postulador de la Causa. Como concelebrante en el mismo altar estuvo el Párroco de Sainville.

Como día de la fiesta litúrgica se escoge siempre la fecha de la muerte, pero como la de nuestra Madre es el 24 de enero, coincide con la fiesta de San Francisco de Sales, gran Santo en la liturgia en Francia, entonces la Congregación de las Causas, junto con el Padre Venchi escogieron el 14 de octubre, día de su nacimiento y de su Bautismo.

El 21 de noviembre, celebración del Santo Padre en la Plaza de San Pedro para la Orden y las dos Congregaciones y para los representantes de los otros dos Beatos de ese día, de Congregaciones diferentes. El 22 nosotras en la Iglesia de San Luis de los Franceses, tuvimos la Eucaristía y renovación de nuestros santos Votos, como lo hubiéramos hecho el 21. Asistimos unas 300 Hermanas.

Las Autoridades civiles de estos lugares se hicieron presentes. En todas hubo una solemne Eucaristía y actos admirables y expresivos de los habitantes con las Hermanas. Pude estar presente y colaborar en la organización de estas celebraciones. 

Yo participé en todos los lugares de celebración en Francia y en Dourdan me pidieron a última hora hacer una conferencia en español, sobre la historia de la fundación y la Caridad de Marie Poussepin, pues había muchas Hermanas que no sabían el Francés. De igual modo les dirigí la visita en Dourdan y en Sainville.

Cuando llegamos a Sainville, al entrar ya a la calle principal, nos hicieron calle de honor un grupo grande de niñas, vestidas de blanco y con ramitos de espigas de trigo en sus manos. Caminando así, en medio de ellas, avanzamos hasta la esquina que queda cerca de la casa que Marie Poussepin tomó en arriendo cuando llegó a Sainville, para iniciar su misión. En esa esquina, muy amplia, el señor Alcalde hizo construir una Plaza con el nombre de Place Marie Poussepin. Al centro de ella un espacio muy bien arreglado, donde hicieron un pequeño monumento como un ambón, con un libro abierto. Es diríamos un doble simbolismo: el libro, en el que la Beata Madre, enseñó a leer. Por lo cual las niñas simbolizaban las “escuelitas” y 2º: el libro de la Palabra de Dios que ella supo enseñar en sus catequesis y en sus clases. Allí las niñas entregaron a cada hermana un ramito de trigo. Hubo el discurso del señor Alcalde y otros.

El pueblo entero se preparó para estos actos, y como nuestra casa no tenía capacidad para albergar a tantas Hermanas, unas cuantas nos hospedamos en casas de familia. Claro, hubo Eucaristía, amplia visita a la casa, a la huerta, farmacia, habitación, una oración especial en la Capilla y visita a la Cripta donde estuvo enterrada. Y con esto termino mi trabajo sobre mi participación.