Barcelona (España), 03/02/2017, Hnas. Gemma Morató y Conchi García.- Seguro que nuestra Congregación ha generado y generará personajes para la historia. Sor Marie Séraphie es uno de ellos. Esta mujer Dominica de la Presentación y artista hasta la médula murió el pasado día 2 de marzo en la Grande Bretèche, en Tours (Francia), a los 101 años y 76 de profesión religiosa.

Ella misma explicaba su vocación artística: “Era el 1 de octubre de 1968 cuando algo extraordinario y trascendente cambiaba mi vida. Fue al caer el día, después de la oración de vísperas, un combate se sucedía en mi corazón, he aquí una batalla interior que me traspasó. Mis ojos nublados se dirigen hacia una caja de hierro repleta de barro. Es ahí, en ese instante, en el que una fuerza extraña me invade, la tierra me llama, y me empuja hacia el barro, por él, el agua se desliza; yo me lanzo con fuerza hacia el barro, lo tengo en la palma de mi mano, mis dedos se cierran fuertemente presionándolos hacia mí. ¿Qué haré? Cerca de mí una pequeña navaja, en ese instante algo sucede, se entremezclan en mi mano el barro y el agua con la navaja que tengo entre mis manos. Y así, de golpe ante mis ojos, en la palma de mi mano, una cara de barro me mira. Es esta mirada, el inicio de mi peregrinaje inesperado a través de la piedra (la escultura) y los colores (la pintura). He aquí el inicio de la obra creadora de Dios entre mis manos, conducida por su rostro en aquel atardecer”.
Es claro pues, que la Congregación cuenta con una artista intercesora en el cielo.



