Tiempo de alumbrar una nueva etapa
Por Hna. Carmen Solé, España
Un capítulo general es un tiempo de alumbrar una nueva etapa, una vida nueva.
Unas hermanas lo vivirán personalmente, otras, la mayoría, estaremos esperando el fruto de cuanto ellas puedan pensar y decidir, siempre con la única finalidad de que todas y cada una crezcamos en nuestra vida de santidad que pasa por el compromiso comunitario y misionero.
El capítulo general es el acontecimiento para experimentar que algo nuevo está surgiendo, lo antiguo ya pasó, la vida nueva llega, y llega a todas. El nacimiento de algo nuevo va acompañado siempre de dolor y de gozo, aspectos que pueden parecer contradictorios pero que ambos, juntos, se establecen como fuente de vida nueva, renovada, que empuja a los cambios, que nos debería llevar a releer todo bajo el signo de la novedad, a reconocer nuestras propias apatías y reticencias, pero también nuestro intento constante de fidelidad y nuestra entrega para el bien de todas.
Y nos quedará, como responsable, para que esta vida nueva sea real, tangible y fuente de gracia, un gobierno general nuevo, renovado en su obediencia. Las que han sido directamente autoras de la elección y las demás que lo habremos vivido de un modo diferente, deseamos que por encima de todo nos ayuden a vivir nuestra vocación a la santidad, que sean ecuánimes, intrépidas y firmes como lo fue Marie Poussepin que hizo latir su corazón con el deseo de vivir plenamente todo cuanto significa ser obrera, trabajadora humilde, de la Providencia.
Así la nueva etapa podrá llevarnos a situarnos en la novedad siempre naciente del hoy, dejando atrás lo que ya pasó y fue válido y bueno, pero ahora debemos aprovechar esta experiencia y tener la capacidad de innovar, cambiar, modificar cuanto se precisa y juntas correr los riesgos que esto pueda comportar.
El capítulo general es el acontecimiento para experimentar que algo nuevo está surgiendo, lo antiguo ya pasó, la vida nueva llega, y llega a todas"