Al servicio de la caridad

En 1696, después de haber oído hablar sobre la ignorancia y la miseria de la aldea de Sainville, distante 17 kilómetros de Dourdan, decide dejarlo todo para entregarse totalmente "al servicio de la caridad”, “a la utilidad de la parroquia”. ¿De qué manera? Formando “una comunidad de la Tercera Orden de Santo Domingo, para instruir a las niñas y servir a los enfermos pobres del pueblo”.

Para esto, Marie renuncia a Dourdan, a sus seguridades, a la notoriedad que la rodea; renuncia en el espíritu del Evangelio a todo lo que posee, haciendo donación, mediante acta oficial del 13 de noviembre 1697, a una novicia, natural de Sainville, Noëlle Mesnard, primera en la larga lista de Hermanas de la Caridad Dominicas. Lo hace como dominica en presencia del padre Mespolié o.p., quien la ayudó en su camino espiritual, y del cura de la parroquia Gabriel Debilly.