Mantenerse en pie
by Dominicas
Visto: 983

La Grande Bretèche (Tours), 25/07/2024, Sor Gemma Morató i Sendra y Sor Conchi García Fernández - www.domipresen.com.- En la fiesta de Santiago finaliza nuestro retiro que nos ha llevado a adentrarnos en los modos de orar de Santo Domingo. Nuestra alma y corazón han tenido la oportunidad de reposarse en el Señor.

Quinto modo de orar: La meditación de la Palabra de Dios, en pie

Escucha, oye y comprende. La oreja tiene tres partes: la exterior, la media y la interna. El oído no solo nos permite oír, sino que también es fundamental para nuestra capacidad de mantenernos en posición vertical y para el equilibrio. En alguna ocasión, todos hemos experimentado la sensación de tener los oídos tapados, lo que a veces puede causar pérdida de equilibrio. Simbólicamente, esto indica tres maneras de escuchar: escuchar superficialmente, escuchar con atención y escuchar con comprensión profunda. A veces, somos duros de oído y no captamos completamente lo que se nos dice. Así como en la historia bíblica cuando Dios llamó a Samuel, debemos estar atentos y receptivos a las llamadas y mensajes importantes de la vida.

¿Qué mantiene nuestro equilibrio? ¿Qué constituye nuestra humanidad? Es la escucha interior. El oído es como los pies de nuestro corazón. Es la manera de mantenernos en pie. Es el Shema Israel (Escucha, Israel). Escucha y vivirás, y serás fecundo.

La capacidad de escuchar va más allá de la simple percepción de sonidos; es una habilidad profunda que nos conecta con nosotros mismos y con los demás. La escucha interior nos permite entender nuestras propias - - necesidades y emociones, y nos guía en nuestras acciones y decisiones. A través del oído, recibimos el mundo exterior y establecemos relaciones significativas.

El Shema Israel, una oración central en la tradición judía, nos recuerda la importancia de la escucha como un acto de fe y conexión espiritual. Al escuchar con atención y apertura, no solo vivimos más plenamente, sino que también cultivamos la fertilidad en nuestras vidas, tanto en términos de creatividad como en la riqueza de nuestras relaciones. Escuchar es, en esencia, una forma de ser y de existir que nos mantiene firmes y conectados con nuestra verdadera humanidad.

Domingo se deja transformar; no reza, él es oración. Debemos aspirar a ser oración. Una vez más, ¿cómo rezas y quién es tu Dios? Estar de pie es la actitud de la resurrección. Levantémonos para no caer en la tentación. Mantenerse de pie representa entrar en un estado de significación interior diferente.

Estar derecho al pie de la cruz, en la Biblia, simboliza que nos mantenemos firmes. Es un comportamiento de respeto, atención y disponibilidad. Estar de pie frente a Dios no es solo una postura física, sino una disposición del corazón y del espíritu. Representa la fuerza y la perseverancia para enfrentar las pruebas, la fe en la resurrección y la esperanza en la vida eterna.

Domingo nos muestra que la oración no es solo un acto, sino una forma de ser. Al convertirnos en oración viviente, entramos en una comunión profunda con lo divino, reflejando nuestra fe en cada acción y pensamiento. Estar de pie, en este contexto, es un símbolo poderoso de nuestra voluntad de mantenernos firmes en nuestra fe y de nuestra disposición para responder a la llamada de Dios con respeto y atención.

Jesús con la suegra de Pedro dice que está enferma, posiblemente por celos, y Jesús la levanta. Jeremías y Ezequiel nos dicen: "Mantente de pie." ¿Cuáles son las palabras que me mantienen de pie después de todos estos años de vida religiosa? La Palabra es la médula. Santo Domingo, sediento de la salvación de los hombres, va a la fuente de salvación y quiere restaurar las almas sedientas.

Mantenerse de pie no es aferrarse a una idea, ideología o al pasado. El oído del corazón nos permite redirigirnos. Es escuchar verdaderamente. Jesús nos muestra que sanar implica levantar a los demás, tanto física como espiritualmente. Las palabras que nos sostienen a lo largo de nuestra vida religiosa son aquellas que encontramos en la Palabra divina, que actúa como la médula de nuestra fe. Santo Domingo ejemplifica el deseo profundo de llevar a los hombres a la fuente de salvación, buscando restaurar sus almas.

Los nueve modos, en síntesis

Etapa de acogida, humildad, compunción, obediencia, confianza:

- Aceptar la condición humana. Rehusar el poder y el reconocimiento.

- Acogida de la realidad y de uno mismo, con luces y sombras.

- "Habla, Señor, tu siervo escucha. Te recibo y acojo como eres." Es una relación de hijo de Dios.

Etapa del encuentro, del cara a cara, la etapa de la amistad:

- Basado en Juan 15:15: "No sois servidores, sino amigos".

- Ser amigos de Jesús.

- Desplegar la identidad específica de cada persona delante de Dios.

Etapa del don:

- Basado en Juan 15:4: "Permaneced en mí y yo en vosotros".

- Etapa de la maternidad espiritual.

- El maestro Eckhart pregunta: ¿Cómo puede Dios nacer en nuestra alma?

Reflexión

- Pasamos del "¿Dónde estás?" al "¿Dónde está Dios?".

- Dios está allí donde lo hacemos entrar.

- Dios quiere entrar en el mundo a través de hombres y mujeres. Este es el misterio de nuestra existencia.

Después de este profundo retiro, que ha preparado el camino al Espíritu Santo, iniciamos el proceso de elegir al nuevo gobierno general. La tarde la dedicamos al tractatus para la superiora general. Y por la noche, una vigília de adoración al Santísimo, con Marie Poussepin, nos ha preparado para mañana. Que el Espíritu Santo nos acompañe.

Video del día