Invitadas a recorrer un camino
La Turena, Bucaramanga (Colombia), 31/07/2019, Hna. Clara de San José.- Hermanas buenas tardes, o días o noches… cuando recibí la misión de decorar La Turena para celebrar el 55 Capítulo General de la Congregación, fuera de agradecer la confianza y de disponerme a hacerlo con mucho amor, sentí que el Espíritu debía iluminar y ser compañía que orientara y diera sentido a cada elemento, que formara parte de ella.
Hoy quiero compartirles mi reflexión e invitarlas a vivir conmigo esta experiencia… es una experiencia en la que han participado muchas personas, regalándome su arte, sus aportes, y saberes. Gracias a cada uno. Con su ágil imaginación lleguemos hasta el retorno de la autopista que conduce a la entrada principal de la Turena. Este recorrido lo han hecho algunas de ustedes, en ocasiones pasadas. Esta vez, por otras circunstancias y para acortar la distancia lo han hecho por la carretera del “seminario”, alquilada para nuestro cotidiano ir y venir.
Pero como les digo, con nuestra ágil imaginación, vamos a entrar nuevamente a ésta “su casa”, por la autopista principal. Las espera un grupo de hermanas y un letrero: “La Turena”, anuncia que han llegado, están acá. Las amplias puertas se abren de par en par, para acogerlas… una corriente de agua, y la naturaleza, a lado y lado de la carretera, nos invita a tomar aire para iniciar el recorrido a pie… soltemos las amarras de nuestros equipajes y avancemos libres hasta el primer recodo del camino…
Detengámonos… el mensaje-oración del Éxodo, nos recuerda el C.G.A. de Santafé, en Bogotá:
“…HAZLES SABER EL CAMINO QUE DEBEN ANDAR…”.
Es el eslabón que une dos Capítulos Generales: el 54 y el 55.
Recordemos: “Ahora, es el tiempo favorable…” y “Este es el camino… SÍGANLO…”
Avancemos hasta la Casa de nuestras Hermanas Mayores, la Comunidad Santa Ana; en su entrada, el profeta Isaías, hace resonar desde la experiencia de vida y misión de estas 50 hermanas que la habitan, la invitación constante de estos días:
“… ESTE ES EL CAMINO… SÍGANLO…”
y cuál es el camino?...
Ubiquémonos juntas… y mientras lo hacemos, subamos… contemplemos la imagen de María, asentada en la primera piedra. Ella nos recibe y lo señala:
“VIVIR Y MORIR AL SERVICIO DE LA IGLESIA EN EL EJERCICIO DE LA CARIDAD”…
En silencio, hagamos resonar en nuestro corazón, esta parte de la Constitución… caminemos… avancemos hacia el centro, de la construcción: La Capilla de la Santísima Trinidad.
Aquí, en la entrada, Marie Poussepin, tiene la palabra… escuchémosla…
“…PENSAD SIN CESAR QUE ES, EL (DIOS) MISMO, QUIEN OS HA CONDUCIDO AQUÍ…”
A la Congregación?..., a este lugar?..., al Capítulo?..., a responder una llamada?…
Entremos a la Capilla: su forma circular, nos habla de unidad, de fraternidad…, el Sagrario y el Crucifijo rodeados de luz, nos invitan constantemente a la oración. La Virgen y San José, junto con Santo Domingo y Marie Poussepin, no pueden faltar. Ellos, nos muestran que es posible vivir la santidad.
El altar, elegante y sencillamente cubierto con el mantel en cuyo centro aparece el Logo del Capítulo en español. Fue bordado y obsequiado, para esta ocasión, por nuestro Instituto de Capacitación Social de Piedecuesta. Les quedó muy lindo…
Ahora… acompáñenme hasta la escalera. Allí:
“EL POZO DESBORDANTE DE CARIDAD, ALIMENTA LOS TRIGALES DEL CARISMA, EN LA BEAUCE Y EN EL MUNDO”.
Nos recuerda que sus aguas, regaron, riegan y regaran las nuevas fronteras de nuestro ser interior, denuestra vida y nuestra única misión: “Vivir y revelar a Jesucristo”. Para ello, tenemos que “Salir de la propia comodidad y atrevernos a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio” ( Cfr. E.G. Nº 20).
Entremos a una de las dos Salas Capitulares, son solo unos pasos, aquí, a la izquierda; ella encierra mucha vitalidad: el Crucifijo, la Palabra, un Cirio encendido con el Logo del Capítulo, las banderas de la Iglesia, de la Orden, de Francia, de Colombia y un pendón grande, con el logo del Capítulo en francés. La mesa principal, lista para ser ocupada por la Presidenta del Capítulo, y las moderadoras de la Asamblea…
Rodean la sala, algunos oleos: la Virgen de la Presentación, Marie Poussepin y Santo Domingo, pintados por la Hna. Beatriz de la Eucaristía; en una vitela, el Papa Francisco. Al fondo, en blanco y negro, una panorámica de la Casa Madre.
Bueno, pero lo que más la enriquece y la hace "taller de esperanza", son las mesas de trabajo, están dispuestas para compartir la realidad, sus anhelos y grandes desafíos. Es el lugar del estudio, del debate, de la información, de la opinión personal, de la búsqueda común, del discernimiento… Es el espacio de la corresponsabilidad; allí se aúna y alimenta el pensamiento; cada una de las Capitulares vive y actúa a nombre de las hermanas a quienes representan; se rompen los individualismos, para dar paso a lo más grande… allí crece la Congregación...
Continuemos… salgamos por este lado derecho y entremos al comedor: “La mesa está dispuesta, caliente el pan y envejecido el vino”… Después de una asamblea, de un Informe, o de una jornada larga de trabajo, es bueno un cafecito, un milo, una fruta, el almuerzo, o la comida… y en medio de todo, encuentran la palabra de Pablo a los Corintios:
“LES BASTA MI GRACIA”…
Ante tantos desafíos y realidades que pululan en su mente y en su corazón, ésta Palabra, ubicada acá, para ser contemplada y orada, es como lluvia que empapa dando más paz, más serenidad, y sobre todo, la seguridad de la presencia del Señor… Siempre que yo leo, esta cita, recuerdo una traducción bíblica de la misma, que no puedo olvidar: “Mi Amor es todo lo que necesitas”… Ya entendieron por qué?...
Ahora, vamos hacia una de las direcciones, que nos conduce al tercer piso; allí, tenemos muchas sorpresas preparadas especialmente para ustedes... Pero antes de cruzar el patio cubierto, detengámonos en esta vasija de barro, rodeada de piedras blancas y unas plantas sencillas, humildes… está ahí… tal vez desapercibida… recoge todo cuanto hablan, reflexionan, programan y alimentan en el compartir, en el ir y venir, en el comedor…
Tal vez nos representa a ti, a mí, a cada una de las hermanas… en esta vasija de barro, débil y quebradiza, sobreabunda la gracia, para lograr que este barro cocido en el fuego, haga ALIANZA DE COMPROMISO DE VIDA, DE REVITALIZACION DE ESA VIDA Y ARDA EN ELLA EL FUEGO DE LA MISIÓN… Sin ese compromiso radicalizado en el SEGUIMIENTO DE JESUCRISTO HASTA MORIR EN UN SERVICIO DE CARIDAD, toda palabra dicha, compartida, todo proyecto trazado, caerá y no tendrá vida.
Por eso, nos urge avanzar en el camino… subamos la escalera central... Un campanazo sacude nuestro ser, vibra en nuestros oídos… y a la vista, una campana de cualquier lugar del mundo, de alguna de nuestras comunidades locales, o de una sola hermana, suena para nosotras… para que no lo olvidemos:
“ES LA HORA DEL IMPULSO DEL ESPÍRITU… ABRÁMONOS A ÉL…!”
Con este campanazo, vibrando dentro de nuestro corazón, abramos esta puerta… y entremos con los pies descalzos… ésta es la otra “SALA CAPITULAR”, preparada con mucho amor; y digo con mucho amor, hermanas, porque son ustedes las protagonistas en esta "hora"… porque están, ante la sala del misterio, de la fe, de la esperanza, del silencio fecundo, de la responsabilidad personal, del compromiso con Dios, con la Iglesia y la Congregación.
Este es el espacio donde Dios-Espíritu, se encontrará con cada una de ustedes, para vivir en verdad y transparencia, en libertad y compromiso, el derecho y el deber de elegir y decidir, según el querer de Dios,… el momento histórico de la Congregación…
La cruz y la vida, plasmada en el Crucifijo, preside la Asamblea; a su lado, el logotipo escrito en Inglés, recuerda por qué y para qué están reunidas; al fondo del salón, la Virgen de la Presentación, muestra su entrega en la fe; al lado izquierdo, un juego de palabras claves, son memoria viva; y una parte del poema “Vuelve Marie Poussepin”, escrito por hermana Betsabé Guevara, invita a descubrir el mundo, como el nuevo Sainville, trascendiendo fronteras con audacia.
En el símbolo del caballete… dejen volar su imaginación, su lectura interior… ahora permítanme compartirles cuanto quise expresar:
Se trata de una obra de arte nuestra; Marie Poussepin y Santo Domingo; la hemos pintado en el correr de estos tres siglos de historia… por supuesto, está sin terminar… Hay pinceles y pinturas a su disposición… si falta algo, la riqueza del conjunto de hermanas lo proporcionara… pues les corresponde a ustedes, a este grupo de Capitulares, la Misión de trazar, rasgos más legibles y definidos, para que el hombre de hoy, en su encuentro con cada Hermana de la Caridad Dominica de la Presentación de la Santísima Virgen, descubra un rostro de Dios Salvador, amoroso, humano, un samaritano, una samaritana… un Jesús, que busca en los caminos no transitados, al herido, al despreciado, al ignorante, al que no cuenta…
Corresponde a ustedes, ser pinceles en manos del Artista por excelencia, trazar rasgos de revitalización de la vida y de la misión y ser impulso de una nueva reestructuración congregacional.
Regálenme un minuto más… aquí no he terminado. La fraternidad de sus hermanas, preparó un espacio más para tomar fuerzas; un café colombiano no cae mal después de este recorrido… al lado, está la cafetería, vamos allá… nos podemos sentar y tomarnos un descanso…
Huy!.... Miren ese paisaje… leamos su llamada… aparece otra vez insistiendo:
“ESTE ES EL CAMINO… SÍGANLO...”.
Vamos… No podemos demorarnos… continuemos… alguien aparece… es ella, mírenla… Marie Poussepin, Nuestra Madre Fundadora; como hace 25 años… beatificada, digamos “oficialmente”,… nos espera… sentimos su presencia,… camina con nosotras… nos acompaña y fortalece en este
“CAMINO HACIA LA SANTIDAD”…
Ah!… y al igual que Jesús, nos quiere santas,… así, “como vuestro Padre Celestial es santo”.
Deja tus comentarios
Inicia sesión para publicar un comentario
Post comment as a guest