Apertura del capítulo al amparo del Espíritu Santo
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La Grande Bretèche (Tours), 12/07/2024, Sor Gemma Morató i Sendra / Fotos: Sor Conchi García Fernández.- Hoy sí que todo ya estaba a punto para la apertura del 56º Capítulo general y a las 8.00h la jornada comenzó con la Eucaristía de apertura al Espíritu Santo.
Una celebración solemne, cuidadosamente preparada y con algunos simbolismos, al amparo del Espíritu Santo. Presidió el P. Christophe Raimbault, vicario general de la diócesis, que expresó la alegría de compartir con nosotras este momento tan significativo para la Congregación y en una homilía acorde con el evento nos instó a ponernos a la escucha del Espíritu Santo, en estos tiempos de sinodalidad. En las ofrendas se presentaron las Constituciones, los Reglamentos y Marie Poussepin y su comunidad, recordando lo que estos días vamos a vivir; le siguió el logo del capítulo, portado por Hna. Maria Escayola, significando que este tiempo muestre el sincero deseo de revisar y confrontar para descubrir qué nos frena y qué nos impulsa a correr riesgos para responder con generosidad y audacia, y, finalmente se ofreció, el pan y el vino.
Al terminar la celebración, en procesión encabezada por las superioras provinciales y viceprovinciales que portaban una vela, fuimos hacia la sala capitular y se abrió simbólicamente la puerta, al estilo de como se inician los años santos, para así reflexionar, provocar la discusión para buscar lo que es bueno, justo, para nosotras a los ojos de Dios.
A continuación, Hna. Maria Escayola Coris, superiora general, pronunció su apertura dando datos y enfoques bien interesantes. Nos recordó que la asamblea capitular está compuesta por 56 hermanas de todas las estructuras de la Congregación y de las comunidades dependientes del gobierno general, 11 hermanas menos que en el capítulo precedente, lo que también corresponde a la disminución del número de miembros. Entre las capitulares hay 8 miembros del gobierno general, 10 superioras mayores y 38 hermanas elegidas, con una edad media de 56,2 años; de 17 nacionalidades, con campos de misión bien diferentes.
Destacamos algunos párrafos no consecutivos de la apertura de Hna. Maria Escayola, superiora general:
“En vista de una renovación evangélica, que hoy expresamos como transformación en el Espíritu, tendremos que dar las orientaciones necesarias y establecer o modificar las leyes que convienen al conjunto, cf. CIC 631, para continuar el camino sinodal iniciado desde los orígenes y al que hoy la Iglesia nos invita, respondiendo así a lo que Dios espera de su Pueblo en el tercer milenio”.
“La esperanza anima nuestro camino sinodal y los desafíos que nos plantea:
- La aceptación de nuestra vulnerabilidad es indispensable para crecer en la vida comunitaria fraterna, para comprender y confiar en la otra desde el conocimiento de su propia realidad, en el respeto mutuo y en la valoración de los dones de cada una para el bien común.
- La relación constante del encuentro con Dios que acrecienta nuestra confianza y nos lanza a salir de nosotras mismas, a crecer en fraternidad y ejercer la caridad.
- La renovación y fortalecimiento del espíritu misionero, en salida y sin volver la vista atrás, como exigencia misma del seguimiento de Jesús. “El mundo profundamente marcado por el cambio nos interpela sin cesar. La Congregación… se abre a múltiples formas de presencia en una fidelidad creadora” Cf. C 82.
- El crecimiento en corresponsabilidad en la misión, entre nosotras y con los laicos, compartiendo nuestros dones al servicio del Evangelio.
- El cuidado mutuo, la atención a los que nos rodean, el cuidado por la casa común.
- La comprensión y vivencia del gobierno como servicio y en diálogo”.
“Un Capítulo general es una etapa importante en la vida de la Congregación. Cada una de nosotras ha sido invitada a entrar por la puerta, a cruzar un umbral, en el que hemos de dejar una forma de ser individual, centradas en nosotras mismas para atravesarla de forma comunitaria, fraterna, ampliando nuestra visión en la búsqueda del bien común. Todas tenemos algo que aportar”.
“Para muchas de nosotras, el paso de los años y el aumento de la fragilidad puede ser una excusa razonable para no emprender el camino y acomodarnos, sin embargo, tenemos el compromiso de seguir respondiendo hasta el final a la llamada de Dios y la responsabilidad de vivir y animar a las nuevas generaciones en la aventura siempre nueva de actualizar el carisma y anunciar el Evangelio a los hombres y mujeres de hoy”. Este objetivo está de acuerdo con lo que expresa la C 97 y con el tema elegido para el 56º Capítulo general: ‘Juntas para transformar nuestra vida y misión’”.
“Como hemos expresado a menudo, cuando lo que un día fue novedad se convierte en rutina, deja de cumplir el objetivo de buscar lo que conviene a las realidades y necesidades del presente. El proceso de reestructuración ha sido como una ráfaga de aire fresco para la Congregación; tenemos que continuar el camino, porque somos conscientes de que es un proceso y de que la participación de todas es esencial”.
“Recuerdo algunos aspectos de un artículo del Cardenal Aquilino Bocos sobre la reestructuración. Son elementos claros y sencillos que pueden guiarnos en nuestro trabajo:
- Subrayar lo carismático sobre los institucional y promover la espiritualidad.
- Poner la misión y la atención a los necesitados en el lugar que le corresponde.
- Dar primacía a las personas sobre las instituciones.
- Contar con la participación de todas”.
Luego de un largo aplauso empezaron los agradecimientos y ecos, para que después, Hna. Maria leyese una carta del papa Francisco que compartimos más abajo.
El resto del día se dedicó a la aprobación de las hermanas de secretaría y traducción, además de la metodología, el cronograma, etc.… y se hizo la pertinente votación para elegir a la comisión de coordinación y a las moderadoras.
También hubo tiempo para la presentación de las viceprovincias de Aconcagua y África y de la provincia de Bogotá de manera bien visual y amena, para así surgir muchas preguntas del auditorio para continuar compartiendo la realidad de nuestra Congregación con retos y desafíos que deseamos que el capítulo pueda iluminar.