Bogotá (Colombia), 18/10/2023, Hna. Nubia Yaneth Chávez Corredor.- “Cuán bueno, Señor, es darte gracias y entonar, oh Altísimo, salmos a tu nombre; proclamar tu gran amor por la mañana, y tu fidelidad por la noche” (Salmo 92,1-2).
El pasado 15 de octubre, reunidas como provincia de Bogotá, en la Capilla de la Casa Central nos congregamos en un sentido gesto de fraternidad para expresar nuestra gratitud y cariño a quienes durante este quinquenio fueron enviadas para acompañar la vida cotidiana de la Provincia, de cada comunidad y de cada hermana.
Hna Pastora Marín Vásquez, superiora provincial y las hermanas del consejo: Luz Nelly Quintana Pérez, Flor Mariela Jiménez Beltrán, Fabiola Rojas Cruz, Mery del Carmen Moreno Cruz.
La celebración de la Eucaristía presidida por Fray Franklin Buitrago, prior provincial de los Dominicos en Colombia, animó a las asistentes a aceptar siempre la invitación de Jesús al banquete de la fraternidad, sin excusas ni limitaciones.
A continuación, convocadas en el hermoso jardín de la casa, Hna Carmenza Avellaneda, delegada para dirigir las palabras de gratitud a nuestras queridas hermanas, expresó un sincero compendio de palabras que expresan los sentimientos de alegría, gratitud, apoyo y admiración, que las hermanas de todas las edades reconocemos en nuestro Gobierno provincial.
Hacemos eco de sus apartes:
“Hoy nosotras queremos manifestarles nuestro reconocimiento, valoración, agradecimiento.
A ustedes queridas Hermanas, les tocó un período de gobierno marcado por:
- La decisión del 55º. Capítulo general: “Iniciar una nueva etapa de reestructuración en la Congregación”
- La pandemia del coronavirus;
- Los cambios jurídicos y administrativos de fondo, en la clínica Palermo;
- La restauración de la Capilla,
- La celebración de los 150 años de la llegada de la Congregación a Colombia; entre otros factores que bien se conocen al interior de la Provincia, con las enormes implicaciones que cada una de estas tareas exigió, como búsqueda, discernimiento, planeación, realizaciones…
Nos quedan grandes retos para continuar avanzando en profundidad, coherencia y compromiso; se nos abren caminos para acoger en profundidad el carisma legado por Nuestra Fundadora que necesita evolucionar conforme el Espíritu lo impulse de acuerdo a nuestra fidelidad y respuesta a sus llamados y mociones.
Que el Señor las bendiga y conceda a cada una cuanto necesita para continuar con alegría y serenidad el camino hacia la nueva provincia.
Gracias Hermanas por su testimonio de vida, cercano, sencillo y fraterno, por los frutos producidos y que hoy nos permiten recoger la cosecha para presentarla al Señor, con confianza y esperanza.
