Medios de Comunicación

Evangelización digital. “Enviadas a trascender fronteras” (55° Capítulo General)

Nadie pudo imaginar que el contexto mundial cambiaría radicalmente en el 2020 a causa de la pandemia, una realidad que nos hizo replantear nuestra manera de “estar” con el otro, nuestra manera de “llegar” al otro, haciéndose más fuerte y exigente la llamada del 55º Capítulo General “… a trascender fronteras”.

Después de un tiempo de silencio y oración, de búsqueda y discernimiento, sentimos la necesidad de “trascender”, salir de lo conocido, romper esquemas, ir más allá de nuestros miedos, buscar nuevos métodos, abrirnos a nuevos horizontes… es allí cuando la pandemia se volvió una oportunidad: un KAIROS.

Evangelizar a través de los Medios de Comunicación Social ha sido para nosotras, desde hace tiempo, una invitación constante, plasmada en nuestros documentos: Incursionar en el mundo de los Medios de Comunicación Social, asumiéndolos como «nuevos lugares de evangelización» a través de los cuales se haga efectivo el anuncio de la Palabra…”[1]. La pandemia hizo de esta invitación un imperativo, que nos movió a encontrar formas creativas de vivir y propagar la fe, hoy podemos decir que ¡LA EVANGELIZACIÓN DIGITAL NUNCA FUE TAN NECESARIA COMO EN ESTOS TIEMPOS!

Hemos hecho muchos esfuerzos por incursionar en este medio, compartiendo a través de las diferentes plataformas digitales: videos, oraciones, celebraciones, transmisiones en vivo, entre otros. Sin embargo, no podemos pensar que la Evangelización Digital consiste sólo en eso, hay que responder a las inquietudes existenciales que viven nuestros hermanos y hermanas a quienes va dirigida nuestra evangelización, como decía San Juan Pablo II: “una Nueva Evangelización: nueva en su ardor, métodos e instrumentos. Buscando responder a las necesidades que viven las personas del mundo actual”[2].

Estamos urgidas de una evangelización digital que “hable de Dios a los hombres” y permita crecer en la fe. El reto que se nos plantea hoy es pasar de “usuarios digitales” a “evangelizadores digitales”, capaces de crear “contenido digital”, que sintonice con las necesidades de las personas y genere una interacción desde el Evangelio.

Estamos urgidas de una evangelización digital que “hable de Dios a los hombres” y permita crecer en la fe. El reto que se nos plantea hoy es pasar de “usuarios digitales” a “evangelizadores digitales”, capaces de crear “contenido digital”, que sintonice con las necesidades de las personas y genere una interacción desde el Evangelio.

El director de Catholic Link, Mauricio Artieda, propone cuatro claves muy interesantes para toda evangelización digital: [3]

  • Conectar la fe con la vida: “conectar los misterios de la fe con la realidad… qué te puede decir esto, cómo te puede alimentar espiritualmente, cómo ha transformado tu manera de relacionarte... ayúdalos a entender la belleza que trae la fe a sus vidas”.
  • El realismo cristiano: “Todo lo bello, todo lo bueno, todo lo verdadero en primer lugar es cristiano… no hay que tener miedo a entrar en diálogo con diferentes realidades y rescatar lo bello, verdadero y bueno que tengan”.
  • Comunicar desde la vulnerabilidad: “cuando comunicamos desde nuestra vulnerabilidad la gente nos abre el corazón, conecta mucho mejor con nosotros, las heridas son un camino más directo al amor de Dios”. “Ábrete y comunica”.
  • Ayudar a que las personas sean libres y elijan por ellas mismas: “mira la riqueza de la realidad y elige… yo te ayudo, promuevo tu capacidad de elección”.

Un proyecto de evangelización digital debe tener identidad, viene a ser la perspectiva desde donde construyes tu mensaje, el espíritu que quieres transmitir, y desde allí crear contenido digital que genere empatía y permita la interacción. Es importante responder a la pregunta: ¿qué quiero lograr? ¿Hacia quienes me quiero dirigir? Si hay identidad en mi proyecto evangelizador, habrá identificación y difusión de este. Unida a la identidad está la forma ¿cómo quiero evangelizar en las redes? es lo técnico, lo creativo.

Con estas pautas, continuemos creando espacios de evangelización digital, acercándonos a las personas y anunciando la Buena Nueva del Reino, “a tiempo y a destiempo”.

Texto: Hna. Rocío Cuéllar D.

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[1] 54° Capítulo General. Tours, Francia. 2014.
[2] Juan Pablo II. Puerto Príncipe. 1983.

Incursión de la Congregación en el mundo de los Medios de Comunicación Social (MCS)

“Anunciar a Jesucristo es nuestra misión…” (C.82). La Congregación ha querido ser fiel a su misión de dar a conocer el mensaje de Jesús, para ello se ha sabido ayudar de los diferentes recursos tecnológicos que las distintas épocas de su historia le han ofrecido. Los MCS siguen siendo una oportunidad y al mismo tiempo un reto para este anuncio; hemos dado pasos en su utilización, pero aún falta mucho por arriesgar y por aprender. 

Hna. Maria Escayola Coris, superiora general, en la circular del 10 de marzo 2020 nos decía: “Seguimos teniendo muchos desafíos para hacer de los MCS plataformas para el anuncio del Evangelio, son un medio indiscutible e indispensable para la comunicación y la conversación con el mundo”.[1] Gran desafío que, frente a las circunstancias que actualmente vivimos por el COVID-19, nos ha impulsado a perder el miedo y arriesgarnos a hacer uso de la tecnología para anunciar el Evangelio, para acompañarnos y hacernos presentes en diferentes momentos, circunstancias o eventos, generando así esperanza y estrechando vínculos con aquellos que encontramos virtualmente.

La comunicación social considerada como una de las grandes dimensiones de la humanidad, hace al hombre, forja una nueva cultura porque, como dice el Papa Francisco: no nacemos realizados, sino que necesitamos constantemente ser “tejidos” y “bordados”. La vida nos fue dada para invitarnos a seguir tejiendo esa “obra admirable” que somos.[2] Es a través de la comunicación que nos acercamos, que nos damos a conocer y que nos vamos haciendo.

La Congregación de manera asidua nos ha invitado a reflexionar sobre los MCS y tomar una postura. Este llamado tiene su origen en nuestro propio proyecto apostólico “llevar a donde quiera que seamos llamadas, el conocimiento de Jesucristo y de sus misterios”.[3] Hagamos un recuento de este proceso que nos ha permitido hacer camino, establecernos retos e ir configurando nuestro quehacer en el mundo virtual.

  • En 1998, el XII CGA de Cali, Colombia se nos decía: “Las nuevas tecnologías de la comunicación y de la información, engendran también nuevas formas de analfabetismo…por consiguiente hemos de entrar con discernimiento en el mundo de la tecnología y de la comunicación”.[4]
  • En el 2002, el XIV CGA de Bangalore, India. “La importancia de los medios de comunicación social, la necesidad de formarnos para su correcto uso y aprovecharlos en la proyección apostólica”.[5]
  • En 2004, el 52° Capítulo General se dio apertura a la página web de la Congregación y en 2009 en el 53° Capitulo General, se nos pide prestar atención en “la formación y actualización en los medios de comunicación y en las nuevas tecnologías suscitando una actitud crítica frente a ellos y su adecuada utilización al servicio de la misión”.[6]
  • En 2006, el XV CGA de México, se vio que “con la apertura de la página web, estamos invitadas a una mayor comunicación entre nosotras, con relación al mundo, a la misión y a nuestra propia vida de Congregación…”.[7]
  • En 2008, el XVI CGA de Bucaramanga, “…valora el trabajo a través de la página web de la Congregación y de las Provincias”.[8]
  • En 2011, el XVII CGA de Cartagena, nos dice “Los medios de comunicación y las nuevas tecnologías reclaman también una formación según los casos”.[9]
  • En 2013, el XVIII CGA de Cochabamba, continua con la reflexión: “Aprovechar al máximo los medios de comunicación y las nuevas tecnologías para: evangelizar y facilitar las relaciones al interior de la Congregación”.[10]
  • En el 2014, el 54° Capítulo General de Tours - Francia, en el apartado de misión nos recuerda que necesitamos “Incursionar en el mundo de los MCS, asumiéndolos como nuevos lugares de evangelización a través de los cuales se haga efectivo el anuncio de la Palabra, comunicando a Dios con los hombres y a los hombres con Dios”.[11] Además se recibe el proyecto sobre los MCS para la Evangelización, se entregan dos folletos: Los medios de comunicación social al servicio de la evangelización (una aproximación documental y una aproximación práctica).
  • En el 2019, el 55° Capítulo General, La Turena - Bucaramanga, al hablar de la misión nos invita a: “Fomentar una adecuada formación en el uso crítico de los MCS para todas las hermanas, desde las primeras etapas de la vida”.[12]

La experiencia que hemos tenidos a lo largo de 2020 y en estos primeros meses de 2021, no solo debido a la crisis sanitaria mundial, sino también con el entusiasmo congregacional suscitado por la celebración del año de gracia por los 25 años de la beatificación de nuestra Madre Fundadora y ahora por los 325 años de nuestra fundación,  nos ha permitido aprovechar mejor y de manera diversificada  estos medios, descubriendo aún más sus bondades, pero  al mismo tiempo  la necesidad  de una formación doctrinal y tecnológica  para anunciar el Evangelio desde las plataformas virtuales, las redes sociales… esos nuevos areópagos tecnológicos que también permiten generar esperanza, compartir nuestra experiencia de Dios, llegar a tantas personas sedientas de la Verdad y  que de otra manera no podríamos contactar.

La figura del Papa Francisco y su disposición para hacer de los MCS recursos evangelizadores, son para nosotros una constante invitación. En su mensaje por la 54ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales nos dice: “En medio de la confusión de las voces y de los mensajes que nos rodean, necesitamos una narración humana, que nos hable de nosotros y de la belleza que poseemos. Una narración que sepa mirar al mundo y a los acontecimientos con ternura”.[13] Y en su última encíclica Fratelli Tutti, también nos recuerda que “los medios de comunicación pueden ayudar a que nos sintamos más cercanos los unos a los otros…  también ve importante estar atentos para que, las actuales formas de comunicación nos orienten efectivamente al encuentro generoso, a la búsqueda sincera de la verdad íntegra, al servicio, a la cercanía con los últimos, a la tarea de construir el bien común”.[14]

  • ¿Sabremos nosotras aceptar este reto?

  • ¿Podremos descubrir la belleza interior que nos habita y hablar de ella?

  • ¿Arde en nosotras el fuego del Evangelio que no se puede reservar para sí mismo, sino que debe arder en todos y para todos?

Texto: Hna. Martha Mendieta Aztatzi

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[1] Circular Prot. 130/20 de H. María Escayola Coris, Superiora general. Roma, 10 de marzo 2020 P. 4
[2] Mensaje del Papa Francisco para la 54° Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. 24 de enero 2020
[3] Cfr. Reglamentos para las Hermanas de Sainville XXVII
[4] XII Consejo General Ampliado. Cali, Colombia. 1998. P. 19
[5] XIV Consejo General Ampliado. Bangalore. 2002. P. 23
[6] 53° Capítulo General. Tours, Francia. P. 43
[7] XV Consejo General Ampliado. México 2006. P. 12
[8] XVI Consejo General Ampliado. Bucaramanga 2007. P. 7
[9] XVII Consejo General Ampliado. Cartagena. 2011. P. 15
[10] XVIII Consejo General Ampliado. Cochabamba. 2013. P. 18
[11] 54° Capítulo General. Tours, Francia. P. 18
[12] 55° Capítulo General. La Turena, Bucaramanga. P 19
[13] Cfr. Mensaje 54° Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. 24 de enero 2020. P. Francisco
[14] Encíclica Fratelli Tutti, No. 205 Papa Francisco. 3/10/2020
 

“Estaremos presentes allí donde la Iglesia nos llame y donde nuestros hermanos nos necesiten… prontas a vivir los riesgos que la evangelización implica” (C 84)

En el contexto de la pandemia es imposible negar la gran importancia que los Medios de Comunicación Social (MCS) han adquirido en nuestras vidas; éstos se han transformado en una forma efectiva de interacción, de contacto y de relación, pues es a través de ellos que encontramos un espacio real, válido y oportuno para mantener viva la comunicación entre personas, para nutrirla y favorecer nuevas formas que abren el horizonte de las comunicaciones humanas.

Durante este tiempo hemos podido reconocer que los MCS son lugar clave de evangelización; no se trata de crear páginas web o redes sociales, sino de comprender que éstas son espacios, en donde la Palabra adquiere un rol fundamental, la verdad se prioriza, las voces se hacen oír y la vida comienza a tejerse desde otras dimensiones. Desde esta perspectiva, hoy estamos llamadas a preguntarnos de qué manera tenemos que hacer presencia en estos nuevos lugares de misión, puesto que “estaremos presentes allí donde la Iglesia nos llame y donde nuestros hermanos nos necesiten”.

El 55° Capítulo General nos invita “Hacer de los MCS plataformas para el anuncio del Evangelio” por tanto, asumimos este envío desde la convicción de que más allá de los peligros que pueda representar este nuevo espacio de misión, tenemos que abrazar con esperanza esta nueva posibilidad de anunciar el Evangelio, pues es en estos espacios en donde se encuentran multitudinariamente las personas, especialmente los jóvenes.  Privarnos de esta posibilidad, sería negar la verdad fehaciente del tejido social que nace en las redes virtuales.

Es necesario buscar pistas de acción que nos lleven por el camino más sensato, allí donde nos encontramos, respetando las culturas y lenguajes que vamos descubriendo en medio de nuestros hermanos. Perdiendo el miedo a estas nuevas tecnologías que más allá de ser una amenaza son una oportunidad.

La forma de vivir nos ha cambiado sorpresivamente, a veces, hasta violentamente, pero con valentía, audacia y prudencia seremos capaces de responder con la novedad de Dios que se expresa creativamente en nosotras, a las nuevas formas de comunicación. Debemos estar abiertas a estos cambios y afrontarlos con esperanza, así podremos hablar, caminar y narrar la historia, porque como nos ha dicho el Papa Francisco en el 54° mensaje para el día de las comunicaciones sociales: “necesitamos respirar la verdad de las buenas historias: historias que construyan, no que destruyan; historias que ayuden a reencontrar las raíces y la fuerza para avanzar juntos. En medio de la confusión de las voces y de los mensajes que nos rodean, necesitamos una narración humana, que nos hable de nosotros y de la belleza que poseemos. Una narración que sepa mirar al mundo y a los acontecimientos con ternura; que cuente que somos parte de un tejido vivo; que revele el entretejido de los hilos con los que estamos unidos unos con otros”.

Texto: Equipo de Medios de Comunicación Social de la viceprovincia de Aconcagua


Al servicio de la evangelización

“Id y haced discípulos a todas las gentes…” Mt 28, 19

“En el momento en que se abrió la página Web de la Congregación,
habíamos deseado una apertura a los Medios de Comunicación, no sólo para un servicio
de comunicación interna que hiciera más fluidas las relaciones entre las diferentes estructuras, sino también como un camino nuevo para entrar
en conversación con el mundo” (Sor Monique Colrat, Proyecto de Comunicación de la Congregación, pág. 7)
 

Las nuevas tecnologías no modifican sólo el modo de comunicar, sino la comunicación en sí misma, la manera de relacionarnos, nuestra forma de pensar, e inciden fuertemente en nuestras decisiones, sobre todo si tienen que ver con el área social, económica, profesional; van transformado nuestro estilo de vida. La necesidad y el hecho de comunicarse son connaturales al desarrollo del ser humano. El ser humano nace de y en la comunicación y la comunicación es camino para la comunión. Nos realizamos entonces como personas en la medida en que nos comunicamos: “La comunicación es punto esencial para que nuestras casas se conviertan en comunidades y no meros agregados de hombres o mujeres de buena voluntad” (Relaciones humanas en comunidad. Instrumentos de ayuda de Luis López Yarto, pág. 14).

Como Hermanas Dominicas de la Presentación tenemos como carisma el anuncio de Jesucristo. Así lo expresó Marie Poussepin, nuestra fundadora: “Llevarán a donde quiera que sean llamadas el conocimiento de Jesucristo y de sus misterios”. Estamos afiliadas a la Orden Dominicana que tiene como fundador a Santo Domingo de Guzmán quien vivió y fundó su obra para la Predicación. Por lo tanto estamos llamadas a predicar hoy con los medios del momento: Las Nuevas Tecnologías.

Llevarán a donde quiera que sean llamadas el conocimiento de Jesucristo y de sus misterios

Nuestra sociedad actual es denominada Sociedad de la información, del conocimiento, de la comunicación, de los saberes compartidos (calificación que recibió en la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI) que tuvo lugar el año 2003, en Ginebra). La información y la comunicación, desde las nuevas tecnologías, contribuyen decisivamente a la expansión de la conciencia humana, al desarrollo de nuevas y más complejas formas de conciencia intelectual y espiritual, amplían nuestro campo de visión mucho más allá del espacio que ocupamos y del tiempo en que existimos, nos ponen en contacto con un universo vasto, en relación con los valores de personas de culturas diferentes... Por eso, la Congregación, que ha hecho suya la consigna de Domingo de Guzmán “Hablad a Dios y de Dios” y ha utilizado todos los medios convencionales para acercarse a los otros con el mensaje del Evangelio, quiere en la actualidad, con la ayuda del Espíritu Santo, comunicador por excelencia, usar los Medios de Comunicación Social como herramientas para la Evangelización y el encuentro.

Texto: Hna. Gloria Eugenia Piedrahita T.

√ El equipo de Medios de Comunicación realizó para el capítulo general de 2014 dos cuadernos -uno teórico y otro práctico- para el uso de los MCS en la Evangelización: 

 
 
 

Cuaderno MCS 1 Descargar
  

 

  
 
 
 
Cuaderno MCS 2 Descargar

 

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