Desde Colombia
El 56° Capítulo general 2024, insiste en el compromiso por trabajar en red con los laicos y distintas organizaciones, aprovechando los recursos y aprendiendo de la experiencia de otros, para dar respuestas efectivas.
El compromiso de caminar juntos
“Si alguno tiene oídos para oír, que oiga y comprenda” (Cf. Mc 4,9)
Sólo hagamos memoria afectuosa de las reflexiones, que ya conocemos por escrito, para comprometernos, orar y traducir en acciones cotidianas de transformación.
En la preciosa compañía y palabras de nuestra Madre Fundadora:
- “Renovad frecuentemente la intención de hacerlo todo para gloria de Dios” (RG).
- “Harán en sus casas para las personas más avanzadas en edad, lecturas y conferencias familiares sobre las cosas necesarias para la salvación y recibirán en su Casa a las que deseen hacer retiros. No omitirán nada para formar personas que puedan perpetuar después de ellas esas buenas obras en los lugares en donde están establecidas y extenderlas por donde quiera sean llamadas por una autoridad legítima” (R I).
- “La comunidad no se limitará a encerrar en ella misma los dones que ha recibido del cielo, obrará de manera que los pueda esparcir alrededor con largueza y profusión” (R XXXVII).
¡Qué visión y sabiduría de ayer, tan actuales y presentes hoy… llamada y desafío para cada hija de Marie Poussepin! La sinodalidad, aún si Marie Poussepin no usó esta palabra, forma parte de la identidad y del carisma de la Congregación: caminar juntas, en la escucha, el encuentro, el cuidado, el discernimiento, la celebración (IVC 2019-2023, pág. 70).
Los laicos son simplemente la inmensa mayoría del Pueblo de Dios. A su servicio está la minoría de los ministros ordenados. (Evangelii Gaudium, 102).
El papa Francisco recordó: "la necesidad de valorar a los laicos no depende de alguna novedad teológica, sino que se basa en "una correcta visión de la Iglesia", la de la Iglesia como Pueblo de Dios, del que los laicos forman parte de pleno derecho junto con los ministros ordenados". La sinodalidad encuentra su fuente y su fin último en la misión: nace de la misión y está orientada a la misión… suscita en todos el deseo de caminar juntos” (Sínodo de la sinodalidad 2024 - Documento final).
Al hablar de colaboración y participación con “otros”, ya sean congregaciones, religiones, laicos; se trata de abrirnos a la comprensión de que los carismas son dones para la iglesia, que tenemos que compartir la fe para enriquecernos, vivir el Espíritu y testimoniar que a todos compete el anuncio del Reino de Dios, se requiere cambiar la mentalidad para situarnos en un plano de igualdad con los demás, para, así, realizar la misión de la Iglesia y no tendremos miedo de explorar los nuevos caminos que se nos ofrecen en la misión compartida con otras congregaciones o con los laicos… (Cf. IVC 2019-2023, pág. 88).
¿En el momento actual donde nos encontramos? ¿Qué caminos seguir?
Asamblea anual 2025 de Bogotá
En el 56° Capítulo General:
- En el aparte "Juntas para transformar nuestra vida y misión" declara como segunda prioridad para toda la Congregación: “Acoger la sinodalidad como un estilo de vida y como oportunidad permanente para “caminar juntas”, en comunidades abiertas al diálogo, la escucha, el discernimiento y la participación, en el respeto a la diferencia, donde la “conversación en el Espíritu” sea una manera de encontrarnos entre nosotras y con los otros” (Pág. 20).
- Y en "Actualizar nuestro carisma de caridad" respondiendo a las nuevas pobrezas expresa como una acción de transformación, trabajar en red con los laicos y distintas organizaciones, aprovechando los recursos y aprendiendo de la experiencia de otros, para dar respuestas efectivas” (Pág. 26).
- Con relación a otras decisiones, aparece como un tema tratado en la revisión de las Constituciones: El lugar de los laicos en los consejos económicos, secretarías, economatos y archivistas de las provincias y a nivel general (Pág. 37).
Hoy por hoy, la tarea que tenemos desde la palabra clave: “sinodalidad”, que nos ha entregado la Iglesia desde el 2021, es el camino a seguir; un desafío que nos pide acciones concretas y transformadoras en lo cotidiano y en cada contexto, pequeños espacios donde abramos las puertas y podamos hacer real la experiencia de la sinodalidad; una de ellas es la conversación en el espíritu, sólo él puede adentrarnos en al cambio de mentalidad y la acogida a lo diverso, como algo posible.
¿Qué otras ventanas y puertas podemos, y vamos abrir?
Texto: Hna. Pastora Marín Vásquez
Laicos y hermanas, desde el comienzo una sola comunidad…
Desde ChileDesde el origen de la Congregación Marie Poussepin comprendió que la misión de la comunidad se realizaría entre hermanas y laicos.
Cuando en una de sus primeras fundaciones envía a la señorita Angélica junto a una hermana pone de manifiesto la impronta de la Congregación que busca hacer camino con las personas con las que comparte la vida; para Marie Poussepin la relación entre laicos y hermanas no es una simple tarea, sino el esfuerzo constante de ubicarse como iguales, los laicos no “apoyan” a las hermanas, sino que caminan con ellas, buscan juntos y comparten la vida, tal cual como es la experiencia de las primeras comunidades.
Hoy más que nunca estamos invitadas a vivir desde una perspectiva sinodal las distintas relaciones que se tejen en el seno de la experiencia eclesial y del mismo modo a nivel congregacional.
Una Iglesia que se define a sí misma en camino con otros, al estilo del mismo Jesús de Nazaret que para realizar su misión llama y forma a un grupo de hombres y mujeres que caminando juntos (entre ellos) y junto al Maestro, fueron integrando las primeras comunidades que dieron testimonio de su experiencia con Jesús. Nuestro Carisma no se reduce solo a la vivencia que cada hermana hace de forma personal o comunitaria, sino que se enriquece por la presencia de hombres y mujeres de fe, que, desde su compromiso bautismal, también abrazan como suya la riqueza del legado de caridad recibido de Marie Poussepin.
- “Es asumir un compromiso y corresponsabilidad desde mi posición con mis hermanos en este hermoso proyecto que es el Reino de Dios”.
- “Es asumir un rol y estilo de vida que nace de la caridad, la predicación, el estudio, el servicio, la misión”.
- “Ser laica Presentación hoy, es vivir con los pies muy bien puestos en la tierra para que no se escapen las realidades personales y sociales como la pandemia, las dificultades familiares, entorno social y eclesial, para servir con sencillez al estilo de Jesús y de Marie Poussepin, muy unida a las personas, especialmente a quienes piensan diferente, porque en la unidad podemos encontrar la verdad”.[1]
La Iglesia en el mundo de hoy nos exige volver al origen, al origen de Jesús y al origen de nuestra Congregación, para volver a llenarnos de la intuición de la vida que se regala, de la comunidad que busca la verdad en comunión con todos nuestros hermanos.
Texto: Hnas. Gabriela Vergara Ríos y Licarayén Torres Miñoz (Aconcagua)
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[1] Varios laicos de la Viceprovincia de Aconcagua respondieron a la pregunta ¿Qué significa ser laico Presentación hoy?
En la misión de la Congregación
Muchas personas con quienes trabajamos son cristianos laicos y participan de una u otra manera en la misión de la Congregación. Nos alegramos al reconocer la acción del Espíritu que ha suscitado en ellos las diversas maneras de compartir el Carisma: exalumnos, voluntarios, grupos dominicos Presentación, misioneros dominicos, fraternidades, colaboradores, misioneros y laicos asociados, entre otros. De todos ellos recibimos sus riquezas, sus interrogantes y sus talentos.Desde Venezuela
En nuestro mundo plural, la convivencia y la solidaridad necesarias para construir una sociedad más justa y fraterna, y por tanto más acorde con el proyecto de Dios para la humanidad, dependen de todos, cristianos o no, creyentes o no; tanto en la convivencia de todos los días, como en proyectos de mayor alcance. La sociedad civil nos ofrece, a través de los que comparten nuestras inquietudes y valores, y de sus organizaciones gubernamentales o no, ocasiones de alianza para unir nuestras fuerzas. El acompañamiento de personas y grupos marginados y las cuestiones ecológicas pueden ser ámbitos de acción en común.
"El camino lo vamos recorriendo con otros, dentro o fuera de la Iglesia, en familia Dominicana, con laicos, en fin con todos aquellos que dentro de la sociedad actual desean aportar a la construcción de un mundo más justo, humano, fraterno, y trabajar por la paz"