Bagdad (Irak), 4/03/2021, Sr. Bernadette Youssef.- Su Santidad el papa Francisco visitará Irak del 5 al 8 de marzo 2021. Es una peregrinación a la tierra de Abraham que lleva un "mensaje" de esperanza para todos. En este tiempo de incertidumbre, su visita representa un gesto concreto de cercanía a todo el pueblo de este país, martirizado desde hace muchos años.
Nosotras, Hermanas de la Caridad Dominicas de la Presentación, sentimos fuertemente la alegría y la esperanza del pueblo cristiano por la visita del Santo Padre y nos preparamos con el personal del hospital y los profesores de nuestro colegio, para expresar nuestra alegría por su venida y darle la bienvenida, si nos viene a visitar.
Tres Hermanas asistirán al encuentro con el Santo Padre con el clero y los religiosos en la Catedral Siro-católica de Nuestra Señora de la Liberación en Bagdad, tres de nuestras Hermanas participarán en la Santa Misa en Bagdad y una Hermana en Erbil.
Por primera vez en la historia un Papa estará en Irak, un acontecimiento sorprendente para el pueblo. Rezamos cada día por la realización de esta visita en un clima de paz y de comunión, a pesar de las dificultades y los desafíos del momento. Irak espera al hombre de la Paz y mensajero de la Esperanza.
Esta visita tiene un significado nacional; llega para todo el pueblo iraquí. Se espera la visita del Papa con gran impaciencia, con esperanza, no sólo para la comunidad cristiana cuya presencia está amenazada, sino también para todo el pueblo que espera una exhortación a la paz y a la fraternidad. Todos los iraquíes necesitan el mensaje de apoyo y de paz de una persona tan simbólica como el Santo Padre, un mensaje que incluso puede resonar en todos los países vecinos, por el vínculo que une a las religiones monoteístas a través de la fraternidad basada en la pertenencia al mismo padre: Abraham.
Los iraquíes esperan un mensaje que permita poner de manifiesto las incoherencias políticas y promover la unidad y la estabilidad dentro del país y en las relaciones de Irak con sus vecinos. También le es una oportunidad para una nueva consideración por parte de todo el mundo.
Así que esta visita marcará una "nueva etapa" para nuestra Iglesia y nuestro país. Es un acontecimiento tan histórico que debemos prepararnos espiritual, eclesiástica y nacionalmente. Su importancia radica en animar a los iraquíes a superar el doloroso pasado y a afrontar los numerosos retos de su presente.
La Iglesia de Irak y las de Oriente Medio están sometidas a presiones y a diversos retos políticos, económicos y sociales debido a los conflictos, el extremismo, la inmigración y las consecuencias de la pandemia del coronavirus que han confundido la visión y las relaciones con la vida normal. Hay que invertir en esta visita para que sea un punto de inflexión importante, para que la fe y la esperanza en nosotros se conviertan en un compromiso.