Bucaramanga (Colombia), 26/07/2023, Hna. Eleein Paola Navarro González.- Esperar a que despunte el Alba con la alegría y la esperanza del corazón que se sabe llamado a acoger la luz que aparece en el horizonte, fue la experiencia que iluminó los días de encuentro que tuvimos el grupo de hermanas de las provincias de Bucaramanga, Manizales y El Caribe, que fuimos convocadas para unos días de renovación espiritual.
El barro frágil que en las manos de Dios se hace vasija nueva fue un símbolo que dio sentido a estos días de encuentro; a través de la experiencia espiritual de reconstruirnos desde dentro, acogiendo también la ayuda de los demás, nos abrimos a la alegría del Espíritu para vivir estos días en apertura y docilidad a la gracia que el Padre-Madre quiso regalarnos.
La Hna. Daniela Canavina, secretaria de la CLAR, acompañó los primeros días de encuentro con la iluminación e inspiración de las “Mujeres del Alba”, invitándonos a que como ellas, nos pongamos en camino, decididas a hacerle frente a los desafíos de la vida, juntas, como hermanas, con la fe puesta en la esperanza de que es posible vivir la vida con sentido abrazando como las Mujeres del Alba nuestro “cuerpo, corazón, cabeza y centro” para generar en nosotras, en nuestras comunidades, en la misión de la Congregación y en la Iglesia, nuevos amaneceres, nuevos despertares, nuevas albas que sean profecía en un mundo que necesita lugares de sentido y de encuentro vivo con Jesucristo.
Para continuar con el camino de fortalecimiento de nuestra identidad y formación humana nos acompañó la Dra. Angela María Rubiano quien a través de conferencias y distintos talleres experienciales grupales nos facilitó el proceso de tomar conciencia de quiénes somos, de cuáles son los sistemas de creencias o modelos mentales desde donde nos relacionamos con el entorno y comenzar a reorientar nuestra mente y corazón a nuevas formas de pensar, de sentir, de tomar decisiones que contribuyan a desarrollar nuestro potencial humano y fortalecer las capacidades de trabajo en equipo, la comunicación asertiva, la escucha empática entre muchas otras habilidades.
Fue muy valioso el tiempo que tuvimos para encontrarnos entre nosotras, para escucharnos de la empatía y comprender cómo Dios ha acompañado cada paso de nuestra vida.