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Ciudad de Panamá, Churuquita Chuiquita, provincia de Coclé (Panamá), 30/11/2025, Hna. Vanessa Arauz Guardia.- Noviembre es un mes de profundo significado para Panamá. Cada año, las Fiestas Patrias llenan al país de color, música y fervor nacional, al conmemorarse acontecimientos fundamentales que forjaron la identidad panameña: la Separación de Panamá de Colombia (3 de noviembre), la celebración de la Bandera Nacional (4 de noviembre), la Primera Gesta de Independencia en La Villa de Los Santos (10 de noviembre) y la Independencia de Panamá de España (28 de noviembre).
Son fechas que invitan a celebrar la historia, reconocer nuestras raíces y renovar el compromiso con la nación. En este espíritu de gratitud y orgullo patrio, las dos instituciones educativas: el Instituto Carmen Conte Lombardo en Churuquita Chiquita, Provincia de Coclé y el Centro Educativo Marie Poussepin en la ciudad de Panamá, participaron con entusiasmo en diferentes desfiles, demostrando disciplina, civismo y profundo amor a la patria. Hermanas, estudiantes, docentes y administrativos desfilaron juntos con alegría y sentido de pertenencia, acompañados por el ritmo de la banda de música y el ondear de la bandera panameña. La alegría y el espíritu festivo también se vivieron dentro de la comunidad religiosa.
La historia de Panamá y la vida comunitaria se entrelazaron para celebrar lo que somos y lo que juntos seguimos construyendo.
En un ambiente fraterno, las hermanas colombianas ofrecieron un homenaje especial a las hermanas panameñas, celebrando con cariño y gratitud la riqueza cultural del país. Hubo un acto protocolar donde se destacaron la historia y los símbolos nacionales, seguido de juegos, dinámicas, música y comidas típicas que llenaron la casa de color y fraternidad. Más allá de la celebración, estas experiencias fortalecen los lazos comunitarios y recordaron la importancia de valorar la diversidad cultural dentro de la vida religiosa. Así, las Fiestas Patrias no solo honraron la identidad nacional, sino que también enriquecieron la convivencia, la unidad y la alegría compartida. Noviembre fue un mes de gratitud, identidad, fe y fraternidad, en el que la historia de Panamá y la vida comunitaria se entrelazaron para celebrar lo que somos y lo que juntos seguimos construyendo.
