París (Francia), 05/03/2019, Sr. Véronique Margron, presidenta de la Corref; P. Marc Botzung y P. Daniel Federspiel, vicepresidentes.- Este 5 de marzo, el canal ARTE emite un documental sobre los abusos sexuales de los cuales las religiosas fueron y son víctimas. Este reportaje es escalofriante y lo que retrata es difícilmente soportable.
Lo que muestra de complicidades, mentiras, traiciones, negaciones, perversiones y conductas criminales e impunes es insostenible. Estamos sorprendidos de lo que hemos visto y oído. Aun si se puede discutir este o aquel comentario, esta película muestra una realidad cruel y espantosa. Como dijo el cardenal Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá, durante la reciente cumbre celebrada en Roma "para la protección de los menores", "el enemigo está dentro". En ninguna otra parte.
El reportaje identifica causas internas de la Iglesia: el carácter sagrado del sacerdote y del religioso, un poder omnipotente, una concepción degradante de la obediencia, un machismo a veces visceral, un engaño alucinante y una cosificación de las mujeres, incluso cuando se encuentran embarazadas. También nombra causas exógenas como la miseria de las religiosas o de la comunidad. Una precariedad que puede provocar un verdadero regateo sexual en el que los superiores son cómplices.
¿Sabíamos aquí en Francia el alcance de estas ignominias? La respuesta es no. Si trágicamente tuvimos que conocer que hay agresores, depredadores, violadores, en nuestra Iglesia, imaginar situaciones que limitan con la organización de la prostitución forzada, "de esclavitud sexual", como dijo el Papa Francisco al regreso de Abu Dhabi el 7 de febrero, y además bajo la cubierta de votos religiosos, es apenas creíble.
SSi bien muchas de las responsables de institutos religiosos internacionales femeninos están muy atentas a la protección de sus hermanas, especialmente en este o aquel continente o circunstancia, el trabajo de los periodistas de investigación de ARTE es un recordatorio de la amplitud de lo que queda por hacer.
A empezar por - como para la pedocriminalidad1 - poner fin a la impunidad de los abusadores y de las complicidades activas o pasivas. Pero también para eliminar, una y otra vez, el vínculo mortal entre el abuso de poder, el abuso espiritual y la agresión sexual.
La única ventana de esperanza en estos 90 minutos: religiosas, religiosos y laicos que se levantan con gran valentía, en Roma, en Quebec, en los Estados Unidos, en África y en todas partes, en contra de estos crímenes insoportables y acompañan a las víctimas.
La Corref, por su parte, ya está comprometida en la lucha contra todos los abusos. El camino es y será largo. Pero nuestra determinación es total para apoyar a las víctimas, para sostener a los Institutos y a los responsables que hacen todo lo que pueden para proteger a sus miembros y denunciar los hechos. La Unión Internacional de Superiores Generales,2 en Roma, se ha pronunciado muy claramente para que todas las hermanas que han sido y son víctimas pueden hablar sin temor, sabiendo que serán escuchadas, acompañadas y protegidas.
La Corref está retransmitiendo esta llamada y esta súplica para que nadie se quede atrás. Allí donde nosotros, responsables en la Iglesia, tenemos el encargo, en nombre de Cristo servidor, de proteger a los niños y a las personas vulnerables, de apoyar la conciencia, la dignidad, la libertad y la esperanza de quienes con confianza se unen a la vida religiosa, colectivamente hemos fracasado gravemente. Es una desgracia tanto como un escándalo que no es excusable.
Hoy nos corresponde decir este fallo, responsable de vidas destrozadas, y comprometernos aquí y en todas partes, para que no pueda perpetuarse. El compromiso de todos en la Iglesia y la ayuda de expertos externos son indispensables.
1.- Recordamos aquí la importancia de la Comisión Independiente sobre el Abuso Sexual en la Iglesia (https://www.ciase.fr) establecida conjuntamente por la Conferencia de Obispos de Francia y nuestra conferencia.
2.- UISG: http://www.internationalunionsuperiorsgeneral.org/es/