Querida Amazonía: Caminar… desde los sueños del papa Francisco

on 06 Mar, 2020
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Bogotá (Colombia), 06/03/2020, Hna. María Leonor Charria Angulo, OP.- EL 12 de febrero pasado, el papa Francisco publicó la Exhortación Postsinodal titulada ‘Querida Amazonia’, fruto del Sínodo de los Obispos para la Región Panamazónica “Amazonia: Nuevos Caminos para la Iglesia y para una ecología integral” celebrado en Roma del 6 al 27 de octubre de 2019. 

Presenta sus “Sueños para la Amazonia” y a través de ellos quiere hacer alguna resonancia de lo que el Sínodo provocó en él, así como comprometer a todos en el cuidado de estas amplias regiones, porque esta tierra, como bien lo señala, también es ‘nuestra’. El Papa en los primeros numerales explica el sentido de la exhortación y precisa que no pretende sustituir ni repetir el Documento Final e invita a leerlo “íntegramente”;  espera que todo el Pueblo de Dios se deje “enriquecer e interpelar” por él y que la Iglesia de la Amazonia se comprometa “en su aplicación”.

Seguramente hemos leído los 111 números de la Exhortación y nos hemos acercado a diversas posturas, comentarios e interpretaciones del documento. Señalo, con cierta preocupación que dos aspecto importantes y urgentes para las regiones Amazónicas: la ordenación de varones casados, los ‘viri probati’ y el diaconado de las mujeres, hayan ocupado y focalizado la lectura de la Exhortación, cuando ella presenta aspectos muy valiosos. Vale la pena señalar, sin embargo, que el Papa en su exhortación no asume postura ni a favor ni en contra de esta solicitud del Sínodo de Amazonía, presentada por los Obispos de la región, y que fue acogida por dos tercios de votos a favor y uno en contra…espero que esta posibilidad para la Iglesia de la Amazonía quede abierta y se retome posteriormente.

Los sueños del Papa para la Amazonia

“Todos los sueños pueden ser realidad, si el sueño no se acaba. La realidad es un sueño; si soñamos que la piedra es la piedra, eso es la piedra… Soñar es el modo que el alma tiene para que no se le escape la realidad…" (Pedro Salinas, poeta Madrileño, No rechaces los sueños por ser sueños, 1897-1951).

Todos los sueños pueden ser realidad, canta el poeta y quizás esta manera de concebir los sueños, impulsó al Papa Francisco a utilizarlos en su exhortación, pero también una fuerte interpelación no solo para los habitantes de la Amazonía, sino para todos quienes, desde diversos lugares del mundo queremos hacer realidad estos sueños. Para el Papa Francisco existen cuatro grandes sueños que la Amazonia le inspira:

Un sueño Social (N 8-27)

Sueño con una Amazonia que luche por los derechos de los más pobres, de los pueblos originarios, de los últimos, donde su voz sea escuchada y su dignidad sea promovida”.

El primer capítulo de Querida Amazonia se centra en el “Sueño social”. Destaca que “un verdadero planteo ecológico” es también un “planteo social”; señala que los pobres deben ser escuchados y que, ante la injusticia, es necesario “indignarse y pedir perdón”; para Francisco son necesarias “redes de solidaridad y desarrollo” y llama al compromiso de todos, incluyendo a los líderes políticos. Los últimos numerales de este primer capítulo son una invitación a que la Amazonia se convierta en “un lugar de diálogo social”, en primer lugar, “con los últimos”. La de los pobres, advierte, ha de ser “la voz más potente” en la Amazonia.

Un sueño Cultural (N 28-40)

“Sueño con una Amazonia que preserve esa riqueza cultural que la destaca, donde brilla de modos tan diversos la belleza humana”.

El segundo capítulo está dedicado al “Sueño cultural”. Francisco inmediatamente deja claro que “promover la Amazonia” no significa “colonizarla culturalmente”. Así, utiliza una imagen que le es muy querida: “el poliedro amazónico”. Es necesario luchar contra la “colonización postmoderna”. Para Francisco es urgente “cuidar las raíces”.

Así mismo la Exhortación se centra en el “encuentro intercultural”. La diversidad no es “una frontera”, sino “un puente”. La última parte del capítulo II está dedicada al tema “culturas amenazadas, pueblos en riesgo”. En cualquier proyecto para la Amazonia, es su recomendación, “hace falta incorporar la perspectiva de los derechos de los pueblos”. Estos, añade, difícilmente podrán “quedar indemnes” si el entorno en el que nacieron y se desarrollaron “se daña”.

Un sueño Ecológico (N 41-60)

“Sueño con una Amazonia que custodie celosamente la abrumadora hermosura natural que la engalana, la vida desbordante que llena sus ríos y sus selvas”.

El tercer capítulo, “Un Sueño Ecológico”, es el que se relaciona más inmediatamente con la Encíclica Laudato si’. En la introducción se destaca que en la Amazonia existe una estrecha relación del ser humano con la naturaleza. El cuidado de nuestros hermanos como el Señor nos cuida, reitera, “es la primera ecología que necesitamos”. El cuidado del medioambiente y el cuidado de los pobres son “inseparables”. Francisco, entonces, vuelca su atención al “sueño hecho de agua”, citando a Pablo Neruda y a otros poetas locales sobre la fuerza y la belleza del río Amazonas. Con sus poemas, escribe, “nos ayudan a liberarnos del paradigma tecnocrático y consumista que destroza la naturaleza”.

Para el Papa, es urgente escuchar “el grito de la Amazonia” e invita a la “Profecía de la contemplación” Escuchando a los pueblos originarios, subraya, podemos amar a la Amazonia “y no solo utilizarla”; podemos encontrar en ella “un lugar teológico, un espacio donde Dios mismo se muestra y convoca a sus hijos”.

Un sueño Eclesial (N 61-110)

“Sueño con comunidades cristianas capaces de entregarse y de encarnarse en la Amazonia, hasta el punto de regalar a la Iglesia nuevos rostros con rasgos amazónicos”.

El último capítulo, está dedicado “más directamente” a los pastores y fieles católicos y se centra en el “Sueño eclesial”. El Papa invita a “desarrollar una Iglesia con rostro amazónico” a través de un “gran anuncio misionero” Para el Papa no basta con llevar un “mensaje social”. Estos pueblos tienen “derecho al anuncio del Evangelio”. Retomando la Gaudium et Spes, habla de la “inculturación” como un proceso que lleva “a la plenitud a la luz del Evangelio” lo bueno que existe en las culturas amazónicas.

En este apartado señala el protagonismo de los Laicos en la comunidad, y los nuevos espacios para las mujeres; el Papa reconoce la fuerza y al don de las mujeres y señala que en la Amazonia algunas comunidades se han mantenido solo “gracias a la presencia de mujeres fuertes y generosas”. Sin embargo, advierte que no se debe reducir “la Iglesia a estructuras funcionales”.

Esta Exhortación Papal debe impulsarnos a la búsqueda nuevos Caminos… Nuevas respuestas… Nuevos compromisos.