Putaendo (Chile), 07/03/2020, Hna. Gabriela Vergara R.- El pasado 7 de marzo nos reunimos en el Colegio Marie Poussepin, en Putaendo, las hermanas de la viceprovincia de Aconcagua y un gran número de laicos, amigos, familiares, misioneros Presentación y miembros de las comunidades educativas, para celebrar los 60 años de la presencia misionera de la Congregación en Chile.
En esta celebración se hizo memoria agradecida del día en que las 12 primeras hermanas provenientes de la provincia de Bogotá, Colombia, llegaron a nuestro país: San Felipe y Putaendo fueron las dos ciudades que simultáneamente abrieron sus puertas a las hijas de Marie Poussepin, para desempeñarse en el campo de la educación en la Escuela “Dolores Otero” y en el Instituto “Abdón Cifuentes”, respectivamente.
La celebración Eucarística, presidida por el obispo Santiago Silva, presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, acompañado por frailes dominicos, sacerdotes de la diócesis de San Felipe y diáconos amigos de la Congregación, fue el centro de la celebración en la que agradecimos: el don del Carisma que ha ido germinando en esta porción de la Congregación, la vida de tantas hermanas que han prestado su servicio misionero en Aconcagua, el testimonio de los laicos que día a día comparten con nosotras la misión y con quienes hemos ido tejiendo la historia congregacional en la viceprovincia de Aconcagua.
Al finalizar la Eucaristía, Hna. Nilda Miranda, superiora viceprovincial, se dirigió a la asamblea recordando que esta celebración nos ofrece como desafío continuar fortaleciendo la vivencia de la herencia recibida de Marie Poussepin a través del compromiso y el servicio generoso en la misión confiada a cada hermana, para así testimoniar nuestra adhesión al proyecto de Jesús en medio de la realidad compleja que hoy viven Chile y Argentina, países que conforman nuestra viceprovincia.
Luego de la Eucaristía se bendijo un nuevo pabellón del Colegio Marie Poussepin que permitirá entregar un mejor servicio a la comunidad educativa. Para finalizar esta fiesta de familia por los 60 años de nuestra presencia en esta porción de la Iglesia, se compartió la mesa con aquellos que fraternalmente nos acompañaron en esta acción de gracias.