Covid-19: Algunas informaciones desde la Congregación - 5

on 15 Abr, 2020
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15/04/2020, De varias estructuras.- He aquí la situación de algunos países con relación a la pandemia del Covid-19. 

Mapa interactivo

Mapa a 15/04/2020. Pinche sobre la imagen para ver el mapa interactivo de la OMS.Mapa a 15/04/2020. Pinche sobre la imagen para ver el mapa interactivo de la OMS.

De la Viceprovincia de África

5 abril 2020.- En Burkina Faso, a 5 de abril, tenemos 339 casos registrados, desde el 19 de marzo. Afortunadamente, hay 90 recuperaciones y desafortunadamente 17 muertes.
 
En el Camerún, a 5 de abril, hay 650 casos, 9 muertes y 17 recuperaciones.
En el Chad, a 4 de abril, hay 9 casos, 0 curados y 0 muertos.
En Costa de Marfil, del 11 de marzo al 5 de abril de 2020, se han registrado 261 casos, 37 curaciones y 3 muertes.
 

En todos estos países, las medidas adoptadas para contener o erradicar el flagelo son las mismas:

- En el ámbito civil: cierre de mercados, escuelas, universidades, centros de formación profesional, restaurantes… A éstos sólo se les autoriza servir comidas para llevar a domicilio. Los toques de queda se establecen de 7:00 p.m. a 5:00 a.m. en Burkina Faso, o de 9:00 p.m. a 5:00 a.m. en Costa de Marfil y Chad. Se limita el número de personas que pueden reunirse: no más de 50. Las fronteras terrestres y aéreas están cerradas.  Además de esto, hay que respetar las medidas de protección promulgadas por los Ministerios de Salud. En Burkina Faso, las ciudades afectadas están en cuarentena.

- A nivel eclesial, los lugares de culto están cerrados. Los fieles escuchan la misa y el vía crucis en la radio o la televisión.

Cabe señalar que para superar esta pandemia se está desarrollando la solidaridad nacional. En particular en Burkina, las empresas y los particulares ayudan al Ministerio de Salud con donaciones en especie y en efectivo.

Por el momento ninguna de nuestras comunidades está afectada. Juntas, oremos por la erradicación de este flagelo, que actualmente no tiene cura y es la causa de tantas muertes.

De la Provincia de Francia 

11 de abril 2020, Hna. Véronique Margron, op., superiora provincial.- Sábado Santo: 26º día de confinamiento, más de 14.000 muertos, como mínimo.

Como en la gran mayoría del mundo, Francia vive en confinamiento. Con su cortejo de dramas, la imposibilidad de acompañar el duelo, sufrimiento inhumano, más violencia familiar y doméstica. Además, una catástrofe social prevista: el aumento de la pobreza entre los pobres, mayor inseguridad de los indigentes, a pesar de la generosidad y las proezas de muchas ONG, como Caritas Francia, San Egidio, Emaús, entre otras.

Nuestro mundo está en agitación. Y nadie sabe cómo saldremos de esto. Sin embargo, una cosa es cierta, es importante que salgamos de esto diferentes. Todos en este mundo y nosotras también, mirándonos los unos a los otros de manera diferente, con una mayor responsabilidad.

En la provincia de Francia estamos "como todo el mundo " en este momento, preocupadas. Preocupadas por varias hermanas enfermas de Covid-19. Algunas están empezando a recuperarse, otras están en una situación delicada, dos han muerto. La gran mayoría de nosotras, afortunadamente, está bien. Pero no sin la preocupación de que este virus infinitamente pequeño siga desarrollando su poder destructivo. Y, además, nos preocupamos por nuestras familias, las personas cercanas, aquellos y aquellas a quienes somos enviadas para anunciar de una manera u otra la dulzura de Dios, su protección, a los que no podemos llegar físicamente. Importa entonces intentar estar donde estamos y vivir esta inquietud, esta angustia, pudiendo decir únicamente, en esta víspera de Pascua, "Señor mío y Dios mío".

Además, la vida religiosa en Francia, al igual que en Italia y España, está muy afectada por esta pandemia. En París, en pocos días, más de diez padres jesuitas han muerto. Y en otros lugares, en comunidades de hermanas y hermanos mayores y también monjes o monjas en sus abadías han sido llevados por el virus... incluyendo algunas de las zonas más remotas del país.

Afortunadamente, estas horas oscuras ¡también dan lugar a una fraternidad creativa!

En una sociedad donde cada día se manifiesta la gratitud, se inventan solidaridades magníficas con el personal de salud, las personas aisladas, los sintecho, los ancianos que viven solos y muchos otros. 

Y también entre nosotras en la Provincia. Así que el teléfono, el correo electrónico, Skype y WhatsApp funcionan. Si ayer uno u otro podían dudar del sentido de estos medios de comunicación, creo que hoy todos estarán de acuerdo en reconocer su importancia.

Así es como nos llegan las noticias de unas y otras. Y esto es una verdadera alegría porque la imaginación está ahí y muchas comunidades y hermanas escriben crónicas y notas, otras hacen videos para compartir sus noticias y sus hallazgos con todas. En todo ello hay perlas, humor, retrospectiva y por supuesto, fe. Y mucho sentido común. De verdad, doy las gracias a todas mis hermanas de la Provincia por la riqueza de los lazos que nos unen. Ello refuerza aún más nuestra amistad, la preocupación de las unas por las otras y nos permite sentirnos más tranquilas.

Las hermanas estudiantes continúan su estudio en línea. Se requiere mucha concentración, pero es una verdadera suerte.  Las hermanas en plena actividad: trabajo en salud o en misión pastoral en hospitales y prisiones, cuentan cómo continúan con valentía su servicio, en este contexto tan difícil y doloroso.

Finalmente, la preocupación es también para el después. No sólo porque no saldremos del confinamiento de la noche a la mañana, retomando nuestras agendas donde las habríamos dejado, sino porque los más frágiles de entre nosotros quedarán profundamente marcados por este cruel momento. Especialmente todas las hermanas mayores o enfermas que habrán sido mantenidas en sus habitaciones durante largas semanas para escapar del virus. Se necesitará entonces otra creatividad para dar fuerzas al cuerpo, renovar el deseo de vivir, encontrar de nuevo la palabra, restaurar los puntos de referencia. Quiero creer que con los profesionales que nos rodean, muchos de los cuales han sido para nosotros un magnifico apoyo durante estos meses, encontraremos el camino.

En este Sábado Santo del mundo, permanecer allí, presentes las unas a las otras y a este tiempo tan trastornado. Y creer que entonces nuestro Dios desciende para unirse a todas las lágrimas y a todas las angustias, haciendo nuestras estas palabras atribuidas al poeta Paul Claudel (1868 - 1955): "Se cree que todo ha terminado, pero entonces siempre hay un petirrojo que empieza a cantar”.

Desde Rumania

12 abril 2020, Hna. Victoria Balteanu*.- En Rumania, en este momento las estadísticas del Covid-19 son las siguientes: 

4.057 casos confirmados, 406 curados y 157 muertos.

A nivel de la Iglesia, a través de los Obispados, parroquias, Cáritas… se están llevando a cabo varios proyectos destinados a apoyar a los hospitales a través de la adquisición de respiradores mecánicos y material para la descontaminación. Así mismo se han ofrecido plazas de alojamiento para que puedan ser utilizadas en caso de necesidad.

Hace tres semanas que las iglesias están cerradas. Los sacerdotes celebran la misa sin los fieles y se transmiten por internet y TV. En este momento, tanto las religiosas como los sacerdotes aún podemos comulgar, mientras que los fieles sólo pueden hacer la comunión espiritual.

Se está viviendo un momento muy diferente, gracias a las redes sociales, internet y TV, podemos acercarnos a Dios y sentirnos unidos como Iglesia, cada uno desde su casa.

La naturaleza está menos contaminada, al estar una gran parte de la población en confinamiento, podemos respirar un aire más limpio y saludable. Es un tiempo propicio para hacer un aseo general en nuestro cuerpo, mente, y también en la casa, la comunidad, la familia… para mirarnos con amor a nosotros mismos y a los demás.

Me pregunto: ¿soy capaz de reconocer el tiempo que el Señor me regala en este momento? ¿Para mí y para los demás?

* Hna. Victoria Balteanu, de la comunidad permanente de Valdieri, está viviendo una experiencia de misión intercongregacional, en Butea y en Scheia - Rumanía, desde el mes de noviembre de 2019, colaborando con la Congregación de las Misioneras de la Pasión de Jesús.