Burkina Faso (África), 06/10/2024, Hna. Nicole Kabore, delegada de JPIC.- El Tiempo de la Creación es un tiempo para renovar nuestra relación con nuestro Creador y con toda la Creación a través de la celebración, la conversión y el compromiso. Se celebra cada año del 1 de septiembre al 4 de octubre. Este período ecuménico anual nos invita a orar y actuar juntos como familia cristiana por nuestro hogar común. Los 2,2 mil millones de cristianos en todo el mundo están llamados a orar y cuidar de la Creación durante este tiempo.
La Iglesia Ortodoxa Oriental, bajo el liderazgo del Patriarca Ecuménico Dimitrios I, proclamó el 1 de septiembre como el día de oración por la Creación en 1989. El 4 de octubre, la Fiesta de San Francisco de Asís, marca el último día del Tiempo de la Creación, en honor a San Francisco, el patrono de la ecología.
El tema del Tiempo de la Creación de este año es "Esperanza y Acción con la Creación", y el símbolo es "Los Primeros Frutos de la Esperanza", inspirado en Romanos 8:19-25. Lo que ha sido bueno a los ojos de Dios desde la Creación (cf. Génesis 1) se ha convertido en objeto de explotación y experimentación por parte de la humanidad. Nuestro planeta ahora parece estar convirtiéndose en un vasto basurero.
Al igual que la Beata Marie Poussepin, quien se dedicó a elevar a las personas de la pobreza en sus muchas formas, perseguimos este ideal inculcando en los niños y jóvenes un sentido de respeto y responsabilidad por el medio ambiente. Los animamos a comprometerse a salvaguardar nuestro hogar común y a fomentar el amor por la Creación.
Esto se logra de varias maneras:
- Concienciación: Animamos a los jóvenes a trabajar juntos para mejorar su entorno.
- Acciones Concretas: Participan en esfuerzos prácticos, como desechar los residuos adecuadamente, conservar agua, reforestar y cuidar las plantas.
- Construcción de Relaciones: Están aprendiendo a desarrollar una relación sólida con Dios, con los demás y con la belleza de la Creación, para que puedan convertirse en líderes en el futuro cercano y lejano.
El Tiempo de la Creación reúne a la familia cristiana global en torno a un propósito compartido. Así como la fe sin obras está muerta (Santiago 2:26), la esperanza sin acción también carece de sentido. De esta manera, reconocemos y lamentamos nuestro sentimiento de desesperación, nos aferramos a nuestra fe y esperanza, y nos comprometemos a actuar junto con la Creación para la renovación de la vida.
Como red ecuménica, nos sentimos inspirados por el llamado urgente de la encíclica Laudato Si’ del Papa Francisco, que aboga por "un nuevo diálogo sobre cómo estamos modelando el futuro de nuestro planeta" y enfatiza que "necesitamos una nueva y universal solidaridad" donde los más vulnerables sean apoyados para vivir con dignidad.
La educación siempre ha sido, y siempre será, un ejercicio de caridad, una misión y un servicio inspirado por un carisma: el amor por nuestros hermanos y hermanas, así como por la Creación. Esto es, de hecho, escuchar y responder al clamor de la tierra y al clamor de los pobres.
SOEUR ODETTE OUATT