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Colombia, RJP, 25/11/2025.- Durante el mes de octubre, desde la Red Juvenil Presentación preparamos el corazón con mucha alegría para vivir la Semana del Carisma. compartiendo juntos la novena a nuestra Madre Fundadora titulada “Firmes en la esperanza, en el corazón de la caridad”, en la que cada día fuimos tejiendo el telar con Marie Poussepin, hilo a hilo, con pequeños gestos de fe, esperanza y amor. En cada jornada descubrimos que todos tenemos algo que aportar a ese gran tejido de vida que ella comenzó, y que Dios sigue completando con nuestras manos jóvenes y nuestras ganas de servir.
"Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa” Hebreos 10, 23
Con esta hermosa antesala del 20 al 25 de octubre, vivimos con entusiasmo la VI Semana del Carisma, bajo el lema: “FIRMES EN LA ESPERANZA”
Fueron días para detenernos, orar, compartir y volver a las raíces de nuestro ser Presentación, dejándonos guiar por el ejemplo de Santidad de Marie Poussepin, mujer que supo hacer de su vida una entrega total a Dios y a los más pobres. Cada jornada fue un paso más en esta escalada espiritual hacia la santidad, en la que buscamos renovar nuestro compromiso con la caridad y la esperanza.
Con amor y compromiso toda la semana tuvo un despliegue virtual y una propuesta complementaria a través del material compartido para como Congregación unirnos entorno a nuestro carisma. El lunes 20 iniciamos la semana con una emotiva inauguración, donde aprendimos el arte de escalar y la fuerza contemplativa que este tiene, contamos con la presencia del cantautor católico José Morales y escuchamos por primera vez el himno de la semana del carisma: El latido de la cima, compuesto por la Hna. Eleein Paola Navarro; en comunión con hermanas y jóvenes de diversos países, encendimos simbólicamente la llama de la esperanza, confiando en que el Espíritu Santo seguiría guiando cada encuentro.
AFRICA: El martes 21, África nos inspiró con su testimonio de fe y resiliencia en el tema SUBIR CON FE”. A través de gestos, cantos y testimonios, aprendimos que creer es caminar incluso cuando el camino parece incierto, sosteniéndonos mutuamente con confianza en Dios. Escalar una montaña supuso esfuerzo, constancia y confianza, pero también la certeza de que no subimos solas. Las cuerdas simbolizaron los medios que nos sostuvieron, que nos ayudaron a avanzar y a mantenernos seguras en el camino hacia la meta. En este día, nuestra mirada se dirigió al majestuoso Kilimanjaro, en Tanzania, signo de África, continente donde nuestras hermanas sirven con entrega en Chad, Camerún, Burkina Faso, Congo y Costa de Marfil. Esta montaña nos invitó a mirar hacia lo alto, a mantener firme la mirada en Dios y a seguir subiendo sostenidas por la virtud que nos acompañó en la jornada: la Fe.
EUROPA: El miércoles 22, con el lema DARSE ES VIVIR EN CARIDAD, se vivió un hermoso compartir sobre la entrega generosa y el servicio cotidiano. Fue un día para contemplar el rostro de Jesús en los hermanos, especialmente en los más necesitados, y reconocer que la caridad es la expresión más alta del amor. La cuerda de la Caridad: subir juntos hacia la cima del amor. Subir una montaña siempre había supuesto esfuerzo y determinación, pero también la alegría de hacerlo acompañadas. Durante esta jornada, recordamos que cada caminante lleva consigo una mochila llena de provisiones necesarias para avanzar hacia la cima, y que el trayecto no es igual para todos. Por eso, escalar en equipo significó mirar con atención y ternura al otro, sostenernos unas a otras y caminar unidas por la cuerda que nos sostuvo en este día: la Caridad. Nuestra mirada se dirigió entonces al continente donde nació el carisma de Marie Poussepin, recordando con gratitud a las hermanas de la Provincia de Europa, quienes continúan irradiando la luz del Evangelio en la tierra que vio florecer la primera comunidad. Inspiradas en el Mont Blanc, símbolo de fortaleza, belleza y altura espiritual, contemplamos cómo desde aquellas cumbres de fe se nos sigue invitando a vivir la caridad como camino de santidad.
ACONCAGUA: El jueves 23, bajo el tema SUBIR CON ESPERANZA: el desafío de la vocación, jóvenes y hermanas compartimos testimonios vocacionales, oraciones y reflexiones que recordaron que seguir a Cristo exige valor, perseverancia y una fe que se alimenta de la esperanza.
ASIA: El viernes 24, con el tema TOCANDO LA CIMA: HUELLAS DE SANTIDAD, celebramos la fidelidad de tantas hermanas que, a lo largo de los años, han hecho de su vida una ofrenda silenciosa. Recordamos que la santidad no es lejana, sino el fruto de amar en lo pequeño, con alegría y constancia. Nuestra mirada se dirigió hacia Asia, un continente marcado por su diversidad, sus antiguas culturas y la profunda espiritualidad de sus pueblos. Allí, en medio de sus montañas y templos, nuestras hermanas continúan siendo testigos del Evangelio, sembrando semillas de paz, educación y servicio entre quienes más lo necesitan. El signo de este día fue el Monte Everest, la cumbre más alta del mundo, símbolo del anhelo humano de alcanzar lo más alto, pero también de la exigencia que supone subir con humildad y perseverancia. Inspiradas por esta imagen, comprendimos que la santidad no es una meta reservada a unos pocos, sino el resultado de una vida ofrecida con amor en lo pequeño, en el silencio y en la entrega fiel de cada día. En esta jornada, dimos gracias por las huellas de santidad dejadas por Marie Poussepin y tantas hermanas que, con sencillez y constancia, han hecho visible el rostro de Cristo en los lugares donde la Congregación está presente. Cada testimonio, cada vida entregada, nos recordó que la cima se alcanza no por nuestras fuerzas, sino por la gracia de Dios que nos sostiene y nos impulsa a seguir subiendo.
Finalmente, el sábado 25 de octubre, concluimos la semana con el encuentro FIRMES EN LA ESPERANZA, unidos en Congregación, conectando comunidades desde distintos lugares del mundo. Fue un momento de comunión y gratitud, en el que reafirmamos nuestro deseo de seguir construyendo esperanza, sostenidas por la fe y unidas en la misión.
Al concluir esta VI Semana del Carisma RJP, elevamos un profundo agradecimiento al equipo coordinador de la Red Juvenil Presentación, a todas las Hermanas y jóvenes en las diferentes Provincias que aportaron con tanto amor su granito de arena y con creatividad, dedicación y fraternidad, hicieron posible esta experiencia congregacional.
Gracias a los jóvenes y laicos, quienes, con su entusiasmo, fe y compromiso, dieron color y vida a cada encuentro, recordándonos que el carisma sigue latiendo fuerte en las nuevas generaciones. Nuestro reconocimiento también a quienes, desde el silencio y el servicio discreto, hicieron realidad esta semana: al equipo de diseño gráfico, que dio belleza visual a cada mensaje; a las hermanas y jóvenes encargados de las transmisiones y animaciones, que conectaron corazones de diferentes países y lenguas; a las traductoras, que tendieron puentes entre culturas para que todos pudiéramos vivir la riqueza de esta experiencia; a la compositora del himno de la Semana del Carisma, cuya música se convirtió en oración, alegría y expresión del amor que nos une como familia. A todos y cada uno, gracias por ser instrumentos de esperanza, por hacer visible la caridad y por mantener viva la herencia de Marie Poussepin, mujer que nos enseñó que la santidad se construye cada día con amor, fidelidad y entrega. Ella sigue susurrando a nuestros corazones: LA CARIDAD ES EL ALMA DE LA COMUNIDAD.
