Badalona (España), 21/11/2016, Comunidad de Bufalà-Roca i Pi.- Hoy es un día de gran fiesta para nuestra comunidad y para toda la Congregación extendida por el mundo. También aquí, en la Residencia de ancianos Roca i Pi, se han multiplicado las felicitaciones a la comunidad por parte de los residentes, de la institución, del personal que trabaja en la casa y de algunos familiares que saben que hoy, las hermanas estamos de fiesta. Y los miembros de la comunidad cristiana, de nuestra parroquia, que siempre nos acompañan en la Eucaristía de este día y ante los cuales renovamos nuestros votos.
Este año, tenemos otro motivo de celebración: la bendición de la campana, Eulàlia - Dolors de Roca i Pi, de la capilla, restaurada y electrificada, ya que hacía muchos años que no tocaba. Se ha cambiado de ubicación y se ha colocado un nuevo soporte metálico coronado con una cruz en la fachada de la capilla.
Campana - Bufalà-Roca i Pi (1)
Campana - Bufalà-Roca i Pi (2)
Campana - Bufalà-Roca i Pi (3)
Campana - Bufalà-Roca i Pi (4)
Campana - Bufalà-Roca i Pi (5)
Campana - Bufalà-Roca i Pi (6)Un poco de historia
Las hermanas estuvimos en Roca i Pi de 1881 a 1936 y de 1939 a 1946 y luego regresamos el año 2007. La campana (de 1913) de la capilla de “Can Gusi” (nombre que se le daba en la ciudad de Badalona a la fábrica textil donde se ubicó más tarde la Residencia Llegat Roca i Pi), estaba situada en la espadaña de ladrillo que se construyó sobre la capilla dedicada a San José. Salvada de la destrucción de 1936 (Guerra Civil), hacía años que no se tocaba. Con la nueva restauración permite que sea más visible y que con su repique y sonido, alegre el ambiente de la residencia.
Eulàlia Bosch i Costa fue la que hizo el donativo y apadrinó por primera vez junto con su hermano Vicenç, la campana, de ahí el nombre de ésta. Vicenç Bosch era hijo y sobrino de los fundadores del licor “Anís del Mono”, muy conocido en la ciudad e internacionalmente. La campana fue fundida en la Fundición Dencausse, sucursal de la que existía en Tarbes (Francia). Esta fundición se encontraba en Barcelona, al pie de la montaña de Montjuïc.
Momentos antes del comienzo de la Eucaristía, nos reunimos todos los asistentes fuera de la iglesia para la bendición de la campana. De ella colgaba una cinta para que cada uno de los que allí estábamos, pudiéramos hacer unos repiques antes de entrar en la capilla; mientras se iba cantando un canto de alabanza.
Fue apadrinada por Hna. Floren Román, superiora de la comunidad, y por el Sr. Antonio Guillén, actual gerente de la empresa “Anís del Mono”, en recuerdo del fundador, Sr. Vicenç Bosch. Mn. Jaume Aymar, presidente del Patronato Roca i Pi y párroco de la iglesia prioral de Badalona que presidió la celebración ese día, nos dirigió unas palabras sobre la importancia de las campanas en nuestras iglesias: su sonido invita a la alabanza, a la alegría, a orar por nuestros difuntos... es todo un lenguaje en movimiento porque la campana no está estática, la campana danza....
Después de la bendición, cada asistente pudo hacer su repique y dio comienzo la Eucaristía de la fiesta de la Presentación de la Virgen María al Templo con la renovación de votos. En la homilía, Mn. Jaume, agradeció la misión que la comunidad lleva a cabo en la residencia, con personas tan frágiles y necesitadas como son los ancianos. Habló un poco de nuestro carisma e hizo mención de Hna. María Ángeles Grau, fallecida recientemente y gracias a la cual nuestra comunidad pudo recomenzar su labor en Roca i Pi.
El momento de la renovación de los votos, profundo y emotivo, sobre todo por la presencia de tantas personas que a través de tantos años en el barrio nos han acompañado en esta fiesta y con las cuales hemos y seguimos trabajando por la extensión del Reino... y cómo no, una representación de nuestros residentes, una de las cuales, leyó un escrito que habían redactado ellos, agradeciendo todo lo que reciben de la comunidad en el día a día. Hna. Floren, en representación de la comunidad, respondió con unas palabras muy sentidas, sobre todo para manifestar que es mucho más lo que recibimos que lo que nosotras podemos dar. Con el canto del Magníficat concluimos la celebración de este día. Un pequeño refrigerio permitió compartir juntos la alegría de este día.