Camporredondo (Perú), 12/03/2017, Hnas. de la comunidad.- Con el miércoles de ceniza la Iglesia universal se puso en camino para vivir la Cuaresma, tiempo de gracia y conversión. La comunidad parroquial de Camporredondo (Amazonas-Perú) acogió con entusiasmo la invitación de realizar una peregrinación hacia la montaña donde se encuentra la Cruz de Pucho, lugar religioso de especial significado para la población.
Camporredondo. Con Hna. Natalia Huamán. Es relevante la presencia de personas mayoresEl día elegido para esta peregrinación fue el sábado 11 de marzo. Desde las 7.30 de la mañana, niños, jóvenes y adultos nos fuimos congregando en el templo; a medida que llegaba la gente crecía la expectativa y el deseo de iniciar este camino. Con mucha admiración destacamos la presencia de adultos mayores que a pesar de sus limitaciones físicas, participaron con gran fe y devoción. La naturaleza también se hizo sentir y estuvo de nuestra parte, ya que hasta el día anterior no dejaba de llover; sin embargo, ese día amanecimos sin lluvia.En la oración que se realizó antes de partir, Hna. Nora Zuleta hizo referencia al pueblo de Israel que peregrinó en el desierto, lugar donde se encontró con Dios y experimentó su cercanía y misericordia; así mismo invitó a vivir este recorrido como un itinerario que nos preparara y dispusiera nuestro corazón para vivir a plenitud, en este tiempo litúrgico. Durante el camino fuimos intercalando salmos, cantos y reflexiones con sentido penitencial. La invitación constante era sentirnos peregrinos y escuchar cada uno la propuesta de Dios en este tiempo de gracia. De trecho en trecho se hacían paradas para recobrar fuerzas y esperarnos mutuamente; seguimos caminado, dejándonos acompañar por la presencia de María a través del rezo del Santo Rosario.
Al iniciar la última subida para llegar a la capilla donde se encuentra la Cruz de Pucho, empezamos a meditar el Vía Crucis, uniéndonos al camino que recorrió Jesús en el momento de su Pasión; así mismo, nos dimos el tiempo para traer a la memoria la realidad de todas las personas que sabemos están pasando por momentos difíciles, especialmente a los enfermos de nuestra comunidad parroquial. Después de dos horas y media de camino, se sentía el cansancio; pero la alegría de haber llegado juntos fue mayor. Reflexionamos la última estación del vía crucis al pie de la cruz y recogimos la vivencia de este recorrido con una oración iluminada por el libro del Deuteronomio: “Y ahora, israelitas ¿qué pide de ustedes el Señor su Dios? Solamente que lo honren y sigan todos sus caminos; que lo amen y lo adoren con todo el corazón y con toda su alma, y que cumpla sus mandamientos”. Luego, cada uno expresó su oración de agradecimiento o petición y asumió un compromiso acorde con la invitación cuaresmal a la conversión.
Finalmente, compartimos el almuerzo en un ambiente fraterno de alegría y esperanza. Pasado el mediodía emprendimos el camino de regreso con el corazón agradecido por todo lo vivido.
Camporredondo. Hna. Nora Zuleta Posada presente en la marcha
Camporredondo. De camino
Camporredondo. Primera a la izquierda Hna. Nora. Al fondo Hna. Rocío Cuéllar