Malibay y Calasiao (Filipinas), 08/11/2017, Hnas. de la comunidad de Filipinas.- El árbol es un símbolo y un icono de la esperanza; cuando está marchito o seco y siente la cercanía del agua, rebrota y da nuevas ramas, con renovado entusiasmo y esperanza. Esta ha sido nuestra experiencia durante la visita canónica de Hna. Maria Escayola Coris, superiora general, y de Sr. Mariamma Paul Ollukaran, consejera general, a nuestra comunidad de Filipinas, del 25 de octubre al 7 de noviembre 2017.
La visita ha sido una ocasión de vivir la belleza del encuentro, como lo expresa la oración de apertura, nos ha ofrecido la oportunidad de escuchar y discernir, de buscar juntas el camino para renovar nuestro compromiso y nos ha ayudado a crecer en la esperanza. Fueron unos días de gracia, que vivimos juntas todas las Hermanas de las dos presencias misioneras en Filipinas: Malibay y Calasiao, en la casa de Buenlag-Calasiao, para compartir la vida y enriquecernos con los consejos y aportes de Hna. Maria Escayola y de Sr. Mariamma Paul. Después de esta experiencia intensa de compartir las aspiraciones, las preocupaciones, los desafíos y los sueños de nuestra comunidad internacional, con sus posibilidades y con los compromisos misioneros en las Arquidiócesis de Ligayen-Dagupan y de Manila, nos sentimos renovadas y fortalecidas para continuar dando vida a la comunidad y la misión, siendo presencia de esperanza.
Nos alegró celebrar la entrada al Postulantado de Mary Dang Thi Bich Ha y Mary Nguyen Thi Thien Kim, nuestras primeras vocaciones de Vietnam, el 30 de octubre 2017, en presencia de Hna. Maria Escayola y Sr. Mariamma Paul. Les agradecemos su disponibilidad y su presencia entre nosotras durante estos días y pedimos a Dios las colme de sus bendiciones. Muchas gracias hermanas, por visitarnos y animarnos a vivir nuestro Carisma en fidelidad y confianza.