México, 10/04/2018, Hna. Evelyn Guadalupe Córdova.- Durante año y medio la provincia de Guadalupe se decidió a vivir un tiempo de gracia, a través de un diagnóstico provincial, donde fue posible pararse para mirar el caminar histórico buscando en él debilidades y también fortalezas que nos ayudaran a resurgir en nuestro ser misionero.
La idea surgió a partir de cuestionamientos provinciales sobre pastoral vocacional y nació la propuesta de dejarnos acompañar por alguien externo a fin de ver aquello que nosotras no vemos. Fue así como, con la aceptación de todas, nos lanzamos a esta experiencia, acompañadas por la Dra. María Luisa Aspe, especialista en historia. Esta experiencia nos llevó a descubrir que nos falta hablar de nuestra propia historia como provincia e identificarnos con ella, así también encontramos heridas que nos estancaron en algún momento de la realidad, no obstante, tenemos fortalezas que debemos continuar promoviendo, entre ellas, una fuerte identidad congregacional: arraigadas en Cristo según el Carisma de Marie Poussepin.
Para dar seguimiento a la realidad encontrada se nos facilitó un taller de perdón y uno de comunicación asertiva, orientados por César Vargas y Enrique de la Vega, especialistas en desarrollo humano, quienes nos dieron herramientas para el crecimiento personal, comunitario y provincial en estos temas. La vivencia de los talleres nos ha conducido a un esfuerzo compartido en el lenguaje común de la fraternidad, la libertad de expresarnos sin miedo al prejuicio y la aceptación de unas y otras.
El camino continúa este año 2018, nos proponemos recuperar una parte de la historia de la provincia a través de la narración de nuestras hermanas que vivieron la experiencia. Somos entrevistadas y entrevistadoras a fin de escucharnos y descubrir cómo el Señor se ha manifestado y se seguirá manifestando en la historia. Así también tenemos programados otros dos talleres de desarrollo humano, que viviremos en asamblea abierta para continuar el proceso iniciado y seguir comunicando al mundo, que Cristo habita en nosotras. La provincia de Guadalupe es una pequeña estructura que, como el Pueblo de Israel, ha sido invitada a "salir de Egipto” para caminar hacia la “tierra prometida”, la provincia que todas esperamos.