Villaclara, Manizales (Colombia), 18/07/2018, Hermanas encuentro preparación votos perpetuos.- Desde el 14 de junio al 14 de julio de 2018, once hermanas pertenecientes a las estructuras de Bogotá, Bucaramanga, Los Andes, Medellín y Santafé, disfrutaron de la providente presencia de Dios, quien las llevó a beber de las fuentes del Carisma para proyectar a perpetuidad su servicio apasionado a la Humanidad, centrado en Cristo, desde la Congregación y en Iglesia, para vivir y morir al servicio de la Caridad.
La provincia de Manizales, “provincia de las puertas abiertas”, fue la anfitriona de este encuentro que desde Villa Clara, casa del Noviciado Interprovincial para América Latina y El Caribe, ofreció lo mejor de sí para facilitar una experiencia de evaluación, fortalecimiento y proyección que le permitió a cada hermana participante del encuentro contemplar su vida consagrada con los ojos del Señor y disponerse con libertad y responsabilidad para asumir las implicaciones de la profesión perpetua.
El itinerario de trabajo estuvo inspirado en la C.1 y fue desarrollado en distintos momentos por las hermanas provinciales de Colombia y algunos laicos invitados. De igual manera, la fraternidad y el gozo expresado en las salidas comunitarias, las visitas a las comunidades locales y los divertidos momentos de recreación, fueron espacios propicios para experimentar la presencia de Cristo vivo y resucitado, que se hace fuego en toda la Congregación.
Las hermanas jóvenes de América Latina y El Caribe saben que ser Hermana de la Caridad Dominica de La Presentación de la Santísima Virgen hoy, ¡vale la vida! y creen profundamente en el auxilio de la gracia de Dios para revitalizar el carisma y reestructurar la Congregación siendo fieles al Señor y a la Intuición de Marie Poussepin. Estas once hermanas reiteran hoy su compromiso para asumir este camino de la mano de todas y cada una de las hermanas de la Congregación, mayores y menores, porque creen que el Carisma sigue vivo y a esta generación le corresponde asumir con gallardía evangélica este momento histórico. No hay razón para tener miedo, pues la historia congregacional es rica en testimonios del coraje con el que las hermanas han asumido los retos que se les ha presentado, y hoy, las jóvenes de América Latina y El Caribe quieren continuar escribiendo la historia de Marie Poussepin, “donde la Iglesia nos llame y nuestros hermanos nos necesiten” C. 60.