Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), 15/07/2018, Hna. Adelaida Alba.- ¡América en misión, el Evangelio es alegría! Bajo este lema fuimos convocados de todos los lugares del continente para vivir la experiencia del V Congreso Americano Misionero. En esta oportunidad se realizó en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, del 10 al 14 de julio de 2018, con la significativa participación de 24 países, 95 obispos, 2509 misioneros, 1500 casas misioneras y 221 voluntarios.
En un ambiente en el que se respiraba la alegría misionera se fue desarrollando toda la programación: ambientación, oración, conferencias, reflexiones, el compartir y la integración cultural. Cinco ponencias centrales fueron el derrotero para el desarrollo del tema del V CAM: La alegría del Evangelio, corazón de la misión profética, fuente de Reconciliación y Comunión:
1. “La alegría apasionante del Evangelio” Mons. Guido Charbonneau (Honduras)
2. “Anunciar el Evangelio al mundo de hoy” Mons. Santiago Silva (Chile)
3. “Discípulos testigos de la comunión y la reconciliación P. Sergio Montes S.J (Bolivia)
4. “Profetismo y Misión” Mons. Luis Augusto Castro (Colombia)
5. “Misión Ad Gentes en América y desde América” Mons. Vittorino Girardi (Costa Rica)
A partir de estas líneas de reflexión en talleres, sub-asambleas y conversatorios se profundizó en diversos temas y preguntas orientadoras relacionadas con el extenso campo de la Misión. Les comparto la riqueza de las diversas celebraciones entre ellas la inauguración en la plaza de la Catedral de San Lorenzo y la clausura en la plaza del Cristo, donde el Papa Francisco realizó la Eucaristía en su visita a Bolivia. Cada amanecer nos sorprendía especialmente en las sesiones del Congreso una sentida alabanza con signos y símbolos representativos de las distintas realidades del Continente, en las noches la participación en la liturgia de las parroquias que acogieron las distintas delegaciones.
Vida en familia y Parroquia: Las parroquias de Santa Cruz se dispusieron de la mejor manera para ser espacio de celebración de la fe, de expresión de la cultura y de integración comunitaria. Las familias albergues fueron el lugar propicio para compartir la vida y la amistad. Imposible no crear lazos de fraternidad con quienes con tanto cariño nos ofrecieron su casa para el descanso, el compartir del pan y de la misión.
Experiencia de Misión: Una mañana de experiencia misionera con maravillosos regalos y aprendizajes para cada uno. El primero, la misión es comunitaria: poder compartir con personas de otro lugar la visita a las familias de la Parroquia nos enriqueció a todos. El segundo regalo es el diálogo, la oración y el compartir con las familias que nos abrieron la puerta, ofrecer un saludo de paz y recibir con alegría el don que cada persona y familia quiere ofrecernos, espacio para el ecumenismo y la unión de corazones en la fe. El tercer regalo, presente en todo lo anterior, es Jesús mismo en el rostro del misionero, del que te recibe, del que te saluda en la calle... en fin, confirmar con certeza que las personas son presencia de Dios y el lugar más propicio de su revelación.
En medio de toda esta experiencia las Hermanas Dominicas de la Presentación tuvimos la oportunidad de buscarnos en la multitud, robar algunos espacios del refrigerio y del descanso para reconocernos y conocernos y oficialmente tomarnos una foto como recuerdo de nuestro paso por el V CAM. Estuvimos presentes: Hna. María Olga Gómez y Teresa Márquez Solis (Prov. Andes), Hna. Cleta Marina López (Prov. Caribe), Hna. Clara Pastora (Prov. Bogotá) y Hna. Adelaida Alba (Prov. Bucaramanga).
Tres propuesta de acciones emblemáticas se hicieron antes y durante el V CAM como caminos de orientación misionera:
1. Koinonía Eucarística con los pobres.
2. Creación de un ministerio laical misionero y femenino.
3. Creación de un Observatorio Eclesial Americano de los Derechos Humanos.
El Congreso terminó con un fuerte llamado a buscar la libertad y una democracia participativa y real en el Continente (se sintió la voz de apoyo a la Iglesia en Nicaragua que en este momento vive el riesgo de la Profecía), rechazo a la “explotación irracional e indiscriminada de los recursos naturales” y un clamor por una justicia para vencer la pobreza. Agradecemos a nuestras provincias por permitirnos esta maravillosa experiencia que nos compromete más en la misión de la Iglesia.
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