Arcachon (Francia), 27/08/2019, Hna. María Esperanza Olarte.- La provincia de Francia consciente de la necesidad de abrirse al apostolado con otros (congregaciones y laicos), en este verano tuvimos la oportunidad de participar en una misión a la playa, ¡sí! no me equivoco, en la playa.
Todos los días, los turistas podían participar a las 9 de la mañana del oficio de laudes, seguido de la Eucaristía y de la exposición del santísimo; lo mismo que la disposición de frailes para confesión y la escucha, la mañana terminaba con la meditación del rosario a las 12 del mediodía. Al final de cada día, a las 6:00 pm adoración y confesiones, seguido del oficio de vísperas; a las 9 pm, conferencia o un concierto y para terminar el día a las 11:30 pm el oficio de completas (la oración de la noche).
Por las tardes, animación deportiva en la playa, para jóvenes y adolescentes y para los más pequeños, concurso de castillos de arena. Mientras se desarrollaban las actividades deportivas, con el hermano Anton nos desplazábamos a saludar a los adultos, que disfrutaban del sol y la lectura, para hablarles sobre "la week op" y motivarlos a participar en el programa previsto para la semana.
- La noche del lunes 12 de agosto: una comida de monjes, a la que asistieron un centenar de personas, integrándose con la familia dominicana, fue una oportunidad de encuentro maravilloso.
- Se dedicó un día a los niños, en “escuela de oración”. Al mismo tiempo, una gran oportunidad para acercarnos a sus familias. Realmente, los niños nos han permitido acercarnos a los adultos, creando vínculos de fraternidad.
- Los franceses son excelentes lectores, y una biblioteca se puso a su disposición.
- Visitas guiadas a la Iglesia, además de una boutique dominicana de productos monásticos y un pequeño bar.
El equipo de animación
Cabe señalar que la week op es una organización fantástica en todos los sentidos. Hay que prever muchos detalles, pero casi todo está previsto. Esta vez, un equipo de 57 personas, animó en esta ocasión la misión, doce frailes, seis religiosas (dos de la Presentación, Sr. Françoise Marie B. y yo), tres parejas de laicos dominicos y unos treinta jóvenes, provenientes de toda Francia; con todos estos jóvenes se organizó un coro polifónico, que animó todas las celebraciones litúrgicas.
15 de agosto, la gran fiesta
Con motivo de la fiesta de la Asunción, que es la gran fiesta que los franceses tienen en su corazón, se celebró con una participación maravillosa y una liturgia cuidadosamente preparada.
Mi experiencia
Estoy asombrada por la novedad y la creatividad, en la misión, en un lugar como una playa; nunca, me lo había imaginado. Por otro lado, estoy sorprendida por el compromiso serio de los jóvenes, que decidieron consagrar una semana de sus vacaciones, así como el trabajo de los frailes, religiosas y laicos juntos. Esto me permitió encuentros maravillosos y enriquecerme como cristiana y consagrada. La week op fue una oportunidad para servir, formarse, alimentarse espiritualmente con una ¡mág- ni-fi-ca liturgia dominicana! De vivir con otros el resplandor de la fe y la alegría. Ante todo, agradezco a Dios y a nuestros hermanos dominicos de la provincia de Toulouse, que no tienen miedo de salir fuera de las iglesias, para ir al encuentro de otros, con otros; por invitarnos a cruzar la frontera de nuestros conventos e ir allí, donde alguien nos está esperando.
Como un joven que en la playa, me dijo: "Qué feliz estoy de ver que la Iglesia se está desplazando".
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