París (Francia) 22/09/2019, Hna. Conchi García.- El pasado día 14 de septiembre, fiesta de la Cruz gloriosa, se celebró un hecho importante y significativo para todas nosotras, la celebración de los votos perpetuos de Hna. María Esperanza Olarte-Mateus en París. Nos unimos a esta acción de gracias hermanas de diversos lugares: Lourdes, Roma, Tours, Toulouse y España. También se hizo presente su familia, desde Colombia, con la presencia de su hermana mayor y su sobrino. Éramos unas 150 personas entre hermanas, familiares y amigos.
La vida está marcada por momentos… momentos de luz, de sombras, de dolor, tristeza, pero también de fiesta. Y es precisamente éste, uno de esos momentos, que celebramos con mucha alegría en la provincia de Francia y en la Congregación. Decir sí al Señor es un camino de toda la vida, pero el compromiso se hace presente cuando públicamente pronunciamos esa afirmación que sella nuestra alianza con Aquel que nos ha amado primero.
En un ambiento sencillo y muy fraterno, la fiesta comenzó el día anterior con la oración de completas que ya nos puso en ambiente de plegaria y de agradecer a Dios el don de la vida y de la vocación. Todo estaba muy organizado, las hermanas no habían dejado escapar ni un detalle. Dicha celebración fue en el convento de la Anunciación, de los padres Dominicos, donde nos acogieron con los brazos abiertos y facilitaron lo necesario para poder compartir con todos este día tan especial. Fray Éric de Clermont Tonnerre, prior del convento, ofreció la posibilidad de celebrarlo allí haciendo alusión al orgullo que era para ellos poder tener un acto como éste en su casa.
La Eucaristía fue presidida por el padre Orlando Rueda, compatriota de Hna. María Esperanza y socio del Maestro General de la Orden, que se desplazó también de Roma. Fray Orlando, en su homilía, dijo que estamos llamados a abrazar la cruz de Cristo, simultáneamente en su pasión y su gloria, es decir, en el sufrimiento que toca la sangre-el dolor (como podemos ver en la imagen de Santo Domingo a los pies de la cruz de Fra Angelico), y en la contemplación que toca la gloria del cielo. “Es una bella coincidencia que la fiesta se celebre precisamente hoy, en la fiesta de la santa Cruz, una de las fiestas más importantes de la historia de la Iglesia”. La cruz y la gloria caminan conjuntamente… y es aquí, el día después cuando la Iglesia celebra la compasión de María, Madre del dolor. Su sentido es que hacemos camino con el dolor de nuestro mundo para dar sentido a aquellas personas que lo han perdido, un mundo de dolores en el que se aprende a reconocer el color maravilloso de nuestra esperanza, nuestra vida, nuestro gozo y nuestra gloria.
El momento de la profesión perpetua fue muy emotivo, y sin duda, las hermanas que estábamos allí recordamos nuestro sí al Señor y cómo Él entró en nuestras vidas para quedarse. Nuestra hermana Maria Esperanza pronunció su compromiso final como Hermana de la Caridad Dominica de la Presentación de la Santísima Virgen, que fue recibido por Sr. Véronique Margron, superiora provincial, delegada de Hna. Maria Escayola Coris, superiora general.
Votos perpetuos de Hna. Mª Esperanza
A continuación, se ofreció un momento de encuentro, de celebración y compartir en los espacios del convento de los dominicos donde pudimos disfrutar de un magnífico piscolabis, pero sobre todo de la fiesta y alegría que allí se organizó con música, bailes y cantos. Agradecemos a Dios la vida de Hna. Maria Esperanza y también damos gracias por el don de la vocación, por ese regalo que hace que el corazón vaya creciendo un poquito más. Gracias a las personas que nos acompañan día tras día y por los momentos que nos tocan vivir y que nos hacen más fuertes y sensibles a la vez.
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