Guaimaca (Honduras), 29/10/2019, Hna. Marta Inés Escobar.- El 13 de octubre del 2019 fue un día de gracia y de alegría para las comunidades de Honduras y para la Vice Provincia de Estados Unidos. Después de compartir la vida con las hermanas de Honduras y Dighton durante tres años, Hna. Glenda Leticia Ortiz es aceptada para hacer su primera profesión.
Nos reunimos diez hermanas para acompañarla en este día, cuatro de Tegucigalpa, cinco de Guaimaca y Hna. Marta Inés Toro, vice-provincial, quien llegó de Estados Unidos para recibir los votos de Glenda. Todo se pone en movimiento desde las seis de la mañana para decorar la Iglesia y recibir los invitados y los miembros de la comunidad católica de la Parroquia Santa Rosa de Lima de Guaimaca. La liturgia del día nos invita a la acción de gracias por lo que el Señor ha hecho en nuestras vidas y de manera especial, en la vida de Glenda. El coro de la parroquia canta “La Presentación de María”, mientras las hermanas y el celebrante entran en procesión.
Profesión de Hna. Glenda
Antes de la homilía escuchamos el diálogo entre Hna. Glenda y Hna. Marta Inés Toro. Hna. Glenda manifiesta su disponibilidad a Dios y pide su admisión en la Congregación. Después del credo, Glenda pronuncia los votos que la unen a la Congregación. La comunidad de hermanas responde cantando con alegría el Suscipe. La liturgia Eucarística se inicia con la presentación de las ofrendas donde participan los laicos asociados, la comunidad cristiana y Glenda que presenta ante el altar las Constituciones, símbolo de su compromiso. Concluimos la celebración con el canto: Alabamos, bendecimos, predicamos.
Una vez concluida la celebración eucarística, toda la asistencia esta invitada a un pequeño convivio donde pueden compartir con la recién profesa y con los Invitados. En la casa de las hermanas se reúnen luego los invitados y las hermanas para un compartir fraternal. Los laicos asociados nos acompañaron, así como las personas venidas de la parroquia de las Casitas en Tegucigalpa, las amistades y familiares de Glenda y los colaboradores más cercanos de las hermanas en Guaimaca. Fue un momento de alegría y de acción de gracias.
Que el Señor siga bendiciendo a Hna. Glenda y la mantenga en su fidelidad por siempre. Que esta segunda vocación hondureña sea semilla de nuevas vocaciones para la Congregación.
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