LIV Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales

on 23 May, 2020
Visto: 2758

Medellín (Colombia), 24/05/2020, Hna. Gloria Eugenia Piedrahita Tamayo.-  En el día de la ASCENSION del SEÑOR, en el que se celebra la LIV JORNADA MUNDIAL DE LAS COMUNICACIONES SOCIALES, será leído, reflexionado y orado el mensaje del Papa Francisco "Para que puedas contar y grabar en la memoria (cf. Ex 10,2). La vida se hace historia". 

"Nadie puede negar que ustedes son una carta de Cristo (…), escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; carta no grabada en tablas de piedra, sino en corazones humanos" (2 Cor 3,3).

Al retomarlo, no puedo sustraerme al momento histórico en el que este mensaje hará impacto y tendrá eco: un tiempo de cambio no calculado, no preparado con una soterrada amenaza de muerte…un tiempo de aislamiento, de confinamiento que seguro nos llevará a mirar atrás, a descubrir la historia personal y la que se esconde detrás de cada persona, detrás de estos acontecimientos, para digerirla, hacer memoria y contarla.

En su mensaje, el Papa señala que es a través de la narración, que “Dios llama a las cosas a la vida y, como colofón, crea al hombre y a la mujer como sus interlocutores libres, generadores de historia junto a Él. 

En este sentido, la Biblia es la gran historia de amor entre Dios y la humanidad. En el centro está Jesús: su historia lleva al cumplimiento el amor de Dios por el hombre y, al mismo tiempo, la historia de amor del hombre por Dios”[1].

Así dice la Biblia: “Cuando sus hijos les pregunten por el significado de este rito (hablando de la Pascua), ustedes les responderán: es el sacrificio de la casa de Yahvé que pasó de largo por las casas de los Israelitas en Egipto…”[2]

“Mi padre era un Arameo errante, bajó a Egipto y residió allí, siendo unos pocos hombres, pero se hizo una nación grande, fuerte y numerosa, los egipcios nos maltrataron, nos oprimieron y nos impusieron dura servidumbre, nosotros clamamos a Yahvé Dios de nuestros padres y Yahvé escuchó nuestra voz, vio nuestra miseria, nuestras penalidades y nuestra opresión y nos sacó de Egipto…”[3]. Es una historia narrada, contada. Israel no solo aprendió a comprender la historia como escenario de intervenciones poderosas y liberadoras de Dios, sino que, aprendió a contar dicha historia, a narrar el despliegue del plan de Dios en su favor y de esta manera, no simplemente hace historiografía, sino que hace historia sagrada, la consagración de la historia, hace de su vida, historia.

“No hay historias humanas insignificantes o pequeñas. Después de que Dios se hizo historia, toda historia humana es, de alguna manera, historia divina. En la historia de cada hombre, el Padre vuelve a ver la historia de su Hijo que bajó a la tierra. Toda historia humana tiene una dignidad que no puede suprimirse. Por lo tanto, la humanidad se merece relatos que estén a su altura, a esa altura vertiginosa y fascinante a la que Jesús la elevó”[4].

Porque en Jesús, Dios se hace carne, se hace pueblo, historia… El Maestro itinerante conoce perfectamente la historia y sabe cómo su Dios ha acompañado al pueblo, ha hecho camino con él. Como judío, Jesús retoma al Dios de Abraham, Isaac y Jacob y lo entrega en hechos y palabras llenas de misericordia…lo acerca y teje nuevas relaciones entre Él y su pueblo, lo dice, narra y vive su Amor de Padre.

¿Qué narramos nosotros hoy? ¿Cuál es nuestra experiencia de Dios en este tiempo de incertidumbre? ¿Qué podemos contar a otros que llene de sentido este sinsentido, que lo abra a la esperanza? El narrador sabe lo que va a contar, tiene una mirada de fe que ilumina las sombras de la realidad y teje relaciones más humanas y fraternas sin perder de vista que hay muchas maneras de contar una historia y muchos y muy diversos interlocutores para oírla, debatirla y asumirla.

Hoy, más que nunca los medios de comunicación están al alcance de una mayoría, podríamos decir que estamos precisamente, en el imperio de las nuevas tecnologías que sin pedirnos permiso, nos han obligado a dar el paso y a utilizarlos retando nuestra responsabilidad porque el momento apremia.  

El Papa dice: “Mientras leemos la Escritura, las historias de los santos, y también esos textos que han sabido leer el alma del hombre y sacar a la luz su belleza, el Espíritu Santo es libre de escribir en nuestro corazón, renovando en nosotros la memoria de lo que somos a los ojos de Dios”.

No olvidemos que nosotros somos hijos o herederos de un anuncio, Somos portadores de una Noticia que comunicamos o podemos comunicar…pero también nosotros somos hijos de este tiempo…somos hijos y herederos de una Noticia que nos salva en medio de una sociedad que se tambalea, en la que, las noticias no salvan a nadie, nosotros, tenemos una Noticia que nos salva…[5] ¿qué esperamos para comunicarla?

El Espíritu hará su obra en nosotros, en la humanidad que clama, si se lo permitimos.

¡FELIZ FIESTA DE PENTECOSTÉS!


[1] Mensaje del Papa Francisco para la LIV Jornada mundial de las comunicaciones sociales, 24 de enero de 2020, fiesta de san Francisco de Sales.
[2] Éxodo 12, 26–27.
[3] Deut 26, 5–10.
[4] Mensaje del Papa Francisco para la LIV Jornada mundial de las comunicaciones sociales.
[5] Cfr. Fray Segundo Anacona Becerra. Teología narrativa. Encuentro MCS Medellín. Junio 19/2018.