Medellín (Colombia), Hna. Ángela María Vélez Restrepo, 25 de abril de 2021.- El buen pastor da la vida.
Descargar en PDF: Lectio Divina - 25-04-2021 esp Descargar
INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
EVANGELIO
Juan 10, 11-18.
Yo soy el buen pastor. El buen pastor da la vida por las ovejas; no como el asalariado que ni es verdadero pastor ni propietario de las ovejas. Éste, cuando ve venir al lobo, las abandona y huye. Y el lobo hace presa en ellas y las dispersa.
El asalariado se porta así, porque trabaja únicamente por la paga y no tiene interés por las ovejas. Yo soy el buen pastor; conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí, lo mismo que mi Padre me conoce a mí y yo lo conozco a él; y yo doy mi vida por las ovejas. Pero tengo otras ovejas que no están en este redil; también a éstas tengo que atraerlas, para que escuchen mi voz. Entonces se formará un rebaño único, bajo la guía de un solo pastor.
El Padre me ama, porque yo doy la vida para tomarla de nuevo. Nadie tiene poder para quitármela; soy yo quien la doy por mi propia voluntad. Yo tengo poder para darla y para recuperarla de nuevo. Ésta es la misión que debo cumplir por encargo de mi Padre.
LECTURA DEL TEXTO EN SU CONTEXTO
Israel conoce desde los tiempos de David, (S. X a. C.) la figura del Rey Pastor y la valora mucho. A esa figura hace alusión el salmo 71 (salmo mesiánico), que pide para el Rey, heredero de la corona, la rectitud, la justicia y además le señala su misión: “que se apiade del pobre, socorra a los humildes, los rescate de la opresión y la violencia”.
Más adelante, Ezequiel en tiempos del exilio, finales del S.VI, fustiga a las autoridades de Israel, culpables en gran parte de la “Gran tragedia”, porque no cuidaron las ovejas a su cargo, y promete un Rey Pastor: “Aquí estoy yo, yo mismo cuidaré de mi rebaño y velaré por él” (Ez 34,11)
Leer el texto en forma dinámica, nos pide atención especial a los verbos que identifican el YO SOY: El Buen Pastor.
- Conoce a sus ovejas como ellas lo conocen
- Va delante de ellas
- Las cuida y defiende contra los enemigos, responde por ellas
- Busca las que no están en su redil
- Las guía, para hacer un solo rebaño
- Da su vida por las ovejas
Los verbos hablan por sí mismos, la vida del Pastor es la vida de sus ovejas. Su rebaño es su razón de ser, su misión.
MEDITACIÓN
El Buen Pastor conoce en profundidad a cada una de sus ovejas y cada oveja conoce la voz de su Pastor, porque este le habla con frecuencia, no es indiferente a su paso, la hace sentir parte de su rebaño, es responsable de su vida, las conoce y se sabe conocido por ellas.
Este conocimiento se afinca en las miradas, en la palabra pronunciada, en el acercamiento permanente, en el cuidado de todos sus movimientos. Hay entre Pastor y Oveja comunión de amor, de pertenencia, de acompañamiento.
El Buen Pastor está dotado de múltiples actitudes: amable, paciente, servicial, confiable, alguien que persevera en su misión porque la lleva adherida a su corazón, que ama porque ha sabido penetrar en la vida ofreciendo su propia vida… No se reserva nada porque es capaz de darlo todo … No se distancia porque no sabe de barreras… no es indiferente a lo que pueda suceder porque sabe valorar la existencia de cada una de sus ovejas.
Que importante el encuentro cotidiano con el Buen Pastor, con Aquel que conoce nuestra historia, nuestras dificultades e incertidumbres, miedos e inseguridades, nuestra manera de ser y de existir …
Él no sabe de exclusión porque siempre nos incluye, nos hace suyos, nos muestra el camino, nos levanta de las caídas, nos lleva a los pastos de su presencia, allí donde el alimento transforma, el descanso nos devuelve la esperanza, y su Palabra nos deja sentir, que siempre nos dará vida, y vida en abundancia.
Que importante mirar al Pastor, conocerlo, seguirlo, escucharlo y amarlo para aprender de él la misión del pastoreo, del peregrinar misionero de todos los días, del encuentro entre ovejas de un mismo redil e incluso de apertura al encuentro con aquellas que pertenecen a otros rediles …
Que importante mirarnos como ovejas y reconocernos como tales. Aprender de la escucha que guía y orienta, que atrae y convence … Esa escucha que penetra nuestro ser porque lo conoce y lo instruye en el camino … Ovejas capaces de habitar el mismo redil porque nos sentimos amadas por el mismo Pastor, Aquel que da la vida, su propia vida, para que todos seamos capaces de comunicarla a los demás.
Si bien somos ovejas de Jesús Buen Pastor, somos también por pura gracia pastores de la porción de su rebaño, el que Él nos ha confiado.
En el encuentro del Resucitado con Pedro, en el mar de Galilea, antes de confiarle el pastoreo de la naciente iglesia, le pregunta tres veces: “¿Me amas?” porque el pastoreo es cuestión de amar y amar más que los otros. Tenemos la vida, el tiempo, para tratar de identificarnos con los sentimientos del Único Pastor y a El responder de nuestro pastoreo. Solo el pastor auténtico se atreve a decir: “nadie me quita la vida, yo la doy”. De otra manera, Dios no lo quiera, pudiéramos aparecer como simples asalariados, mercenarios.
Que Él nos de la gracia de “dar la vida” en nuestro peregrinar misionero …
ORACIÓN
CONTEMPLACIÓN
LA LECTIO CON MARÍA
En la Virgen María, Madre del Buen Pastor, encontramos el mejor modelo para interiorizar la Lectio de este Domingo. Ella acogió el mensaje de Dios, lo meditó en su corazón, lo hizo vida en su seno. Y es que cada Lectio es una pequeña Anunciación, un continuo Si a la voluntad de Dios. Que nuestra vida imite la escucha atenta de Nuestra Señora, y con Ella podamos permanecer en el camino del Maestro, Buen Pastor.