Bogotá (Colombia), Hna. Ana Francisca Vergara Abril, 08 de diciembre 2024.- Este Adviento hagamos camino con las imágenes que los salmos de los cuatro domingos nos ofrecen.
Sal 98,1-4
¡Cantemos, aclamemos, vitoreemos! Expresiones de quienes reconocen la grandeza y el poder de Dios. Éste parece ser el leitmotiv del salmo 98. Hoy celebramos a santa María, en la advocación de la Inmaculada, que acepta ser la madre de Jesús. Hoy cantamos las maravillas del Señor que la eligió acordándose de su misericordia en favor de su pueblo.
Cantar, aclamar y vitorear al Señor es una actitud que se despierta en quien está maravillado y sorprendido por lo que Dios va haciendo en él o en ella; Dios hace continuamente maravillas en nosotros, y, sin embargo, pasamos de largo sin contemplar su obrar y sin expresarle nuestra admiración.
María se sorprendió del saludo del ángel, María se maravilló de de la elección de la que es objeto, María contempló la grandeza de nuestro Dios y cantó su asombro en el Magnificat.
Preguntémonos: ¿En este tiempo de adviento que me sorprende de la acción de Dios? ¿expreso con facilidad, con palabras y gestos, la grandeza del Señor en mi existencia?
Bendecida segunda semana de Adviento de la mano de nuestra Madre María.