Manizales (Colombia), 05/04/2023, Noviciado Interprovincial.- Las novicias comparten que son afortunadas porque el Señor ha puesto su mirada en ellas y las haya llamado a seguirle en esta Congregación: Hermanas de la Caridad Dominicas de la Presentación de la Santísima Virgen, que hace más de 325 años fue fundada para vivir el ejercicio de la Caridad. Y también se celebra este año los 150 años de la llegada de las primeras seis hermanas a Colombia.
Pero no sólo en sintonía de celebración sino también de trabajar en nuevos proyectos como la reestructuración, para continuar dando respuesta al proyecto de Dios desde el carisma de Marie Poussepin. Se hace memoria de la vida de esta gran mujer; tan inspiradora, itinerante, innovadora, que impulsada por el Espíritu inició la obra de nuestra Congregación.
VAYAMOS A LAS RAÍCES
INFANCIA DE MARIE POUSSEPIN
Dourdan una pequeña población de Francia, el 14 de octubre de 1653, vio nacer a una niña en el seno de la familia Poussepin. Sus padres Claude y Julienne la llamaron Marie. Ellos no se imaginaban el propósito que tenía Dios con su hija. Marie, cambiaría no sólo la historia de su familia sino la de muchos a su alrededor.
VALORES APRENDIDOS EN FAMILIA
Su familia la formó en la fe con sólidas convicciones cristianas. La vida cristiana de Marie se proyectaba al acompañar a su madre a visitar a los enfermos, llenando su corazón de ternura y compasión ante la desgracia de muchos.
FÁBRICA Y PARROQUIA
Se dedica a servir a su familia sin descuidar sus responsabilidades en la parroquia desde donde se organiza el servicio de caridad. Inspirada por la Providencia, acogió la responsabilidad de la fábrica de la familia como un medio para enseñar a los jóvenes a trabajar y así dignificar sus vidas.
ÉXODO Y MISIÓN
En enero de 1696, Marie Poussepin convencida que Dios la llamaba a cumplir una misión, decide dejar Dourdan, su lugar de origen, para establecerse en la aldea de Sainville. Emprende su camino en compañía de su prima Agnès y una joven. La población de Sainville estaba rodeada de miseria, ignorancia, falta de educación y salud; debido a esto, Marie Poussepin se dispone a atender a los más desfavorecidos, especialmente a los enfermos y niños.
ENTREGA DE LA COMUNIDAD
El 4 de mayo de 1737 Marie Poussepin agotada por la edad y consciente de esto redactó un testamento de su puño y letra, era el adiós de la Madre a sus hijas. Lo hizo lleno de sencillez, humildad y pobreza. Fue su último llamado a perseverar en el ejercicio de la caridad que había llenado todo su corazón. Aunque murió seis años más tarde y fue superiora hasta su muerte encargó la comunidad de la caridad establecida en Sainville a su prima Agnès Revers.
ACTUALIDAD
Qué bueno es recordar la vida de Marie Poussepin, pero la historia no termina aquí porque hubo mujeres dispuestas a continuar esta obra inspirada por la Providencia, convirtiéndose en sus sucesoras.
MADRES GENERALES
- MÈRE AGNES REVERS (1744-1762)
Consolidó la comunidad en el plano espiritual y material, también en la fidelidad al espíritu primitivo, expresado en las Reglas Generales.
- MÈRE LA CROIX (1762-1801)
Primera superiora elegida en un Capítulo. La Congregación creció en número de hermanas y en fundaciones.
“DESPUÉS DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA”
- MÈRE AUGUSTIN (1803-1809)
Su misión fue volver a sembrar el espíritu religioso de Marie Poussepin en las hermanas, para iniciar nuevamente la obra.
- MÈRE POTENTIENNE (1809-1816)
Convocó un Capítulo de asuntos económicos en 1810, único caso en la Congregación. Se trasladó la sede de la Congregación de Janville a Tours. Se reformó el nombre de la Congregación.
- MÈRE ADELAIDE (1816-1821)
Se preocupó por mantener dentro de una gran pureza el espíritu primitivo de las Constituciones de la Congregación.
Durante su generalato la comunidad alcanzó un equilibrio económico.
- MÈRE ASSOMPTION (1824-1843)
Duró 18 años como general. Continuó los dos ejes misioneros de salud y enseñanza. Compromete a la comunidad por caminos nuevos.
- MÈRE SAINT PIERRE (1843-1858)
Animada por la fe hizo muchas fundaciones para el servicio de la caridad, abrió caminos para la formación de las hermanas y supo llevar la cruz de la incomprensión y la humillación.
- MÈRE DU CALVAIRE (1858-1887)
Su generalato duró 29 años. Continuó la construcción de la Grande Bretèche hasta culminarla. Fue quien empezó a enviar cartas circulares a las comunidades. Llevó a la Congregación más allá de las fronteras. Enviando hermanas a España, Irak, Italia y Colombia. Impulsada por el Espíritu Santo envía seis hermanas al territorio colombiano, para propagar el carisma de Marie Poussepin. Las hermanas, al recibir la obediencia se lanzaron sin vacilar ni retroceder hasta alcanzar las victorias del Señor en la conquista de las almas.
Canto final: “La semilla creció”.