Manizales (Colombia), 14/04/2023, Noviciado Interprovincial.- Las hermanas al estar a pocos metros del hospital se bajaron de los coches. Allí las esperaban el Presidente de la República Manuel Murillo Toro con todos los doctores y administrativos del hospital. También estaban presentes: un sacerdote enviado por el Arzobispo y algunos feligreses con los que se dirigieron hasta las instalaciones del hospital.
CONVERSATORIO SOBRE ALGUNAS ANÉCDOTAS DE LAS HERMANAS QUE LLEGARON A COLOMBIA
¡Qué gran riqueza han dejado las hermanas!, su testimonio de valentía, de apertura a lo nuevo es lo que permite hoy tener una historia. También la historia nos ayuda a vivir la experiencia de los discípulos de Emaús, sentir que arde nuestro corazón al recordar cómo el Señor ha estado presente en los 3 siglos de la Congregación y específicamente en tierras colombianas desde el servicio de la caridad.
Es maravilloso lo que se puede encontrar en las anécdotas que vivieron las hermanas. Por ejemplo, el recibimiento que les hicieron en Medellín, al estilo colombiano, todo “pomposo”. Esto sucedió luego de haber rodeado el río Magdalena y pasar la noche en una cabaña. Es admirable que a pesar del cansancio hayan disfrutado de toda esa acogida. Pero las hermanas no sólo gozaban de un ambiente de acogida, sino que se enfrentaron a un contexto político que exigía las relaciones con el mismo. Un día les decían que eran liberales y otro que eran conservadoras. Ellas para cortar esas suposiciones dijeron a todos que su política como religiosas era la caridad.
Otra anécdota importante es la experiencia de la llegada de las hermanas a Barranquilla. Fue orientadora para ellas porque en menos de una semana una señora les hizo saber la sed de Dios que tenía la comunidad: Los niños no recibían la primera comunión y los enfermos morían sin sacramentos. La señora recalcó que en 13 años no había participado de la celebración eucarística. Las hermanas se apropiaron de esta realidad y tuvieron su primera experiencia con un joven indígena de 25 años que padecía una enfermedad mortal, ellas lograron que éste se bautizara antes de su muerte.
A parte de todo lo que se ha mencionado y del sacrificio de las hermanas, hay una anécdota que describe el anhelo de cumplir su misión a pesar de las dificultades: como las dos hermanas que estuvieron en Nare, aproximadamente 4 días. No sólo pensaban en el riesgo de la fiebre amarilla que azotaba en esos momentos, sino que también estaban alojadas en una habitación en precarias condiciones: las paredes estaban formadas por empalizadas y el techo era tan primitivo que durante la noche se veían obligadas a buscar abrigo bajo sus paraguas.
Es interesante profundizar la historia de la Congregación y resaltar la actitud de las hermanas que trajeron el carisma al País. Y todo esto, ¿cómo motiva a conocer, encarnar y vivir el carisma de la Congregación?
Los testimonios que se compartieron y otros tantos que se han leído y escuchado motivan a reconocer que la Congregación es obra de Dios porque permanece gracias al riesgo de tantas hermanas.
Una motivación primordial es ir tras las huellas del Maestro, como lo hizo Marie Poussepin, que supo ver lo que era recto a los ojos de Dios y lo cumplió. Las hermanas siguieron este ejemplo por eso fueron mujeres audaces, dispuestas a darlo todo por Jesús.
El carisma es una riqueza que lanza y orienta; así se evidencia en las hermanas que llegaron a nuestro país. Su generosidad, despojo de sí, confianza en el que las llamó, fue lo que las animó a continuar. Hoy el carisma entusiasma y compromete a empaparse de la realidad que nos rodea.
El carisma también motiva a fortalecer el espíritu de cada hermana para estar disponibles: como las hermanas que con valentía salieron de su país para dirigirse a tierras desconocidas.
El testimonio de las primeras hermanas fortalece el proceso de formación en el camino de seguimiento, a decir SÍ cada día, desde la comunidad y en la vida cotidiana, con alegre determinación anunciar el Reino.
Es satisfactorio saber que las huellas de las hermanas que esparcieron el carisma fuera de Francia fuesen una motivación para cada una. Pero en el presente, el carisma sigue navegando a través del testimonio de muchas hermanas como la hermana Mary Plata, de la provincia de Santafé.
ENTREVISTA HNA. MARY PLATA
Mère du Calvaire se caracterizó por ser una superiora cercana y preocupada por sus hermanas; así lo notamos en las cartas que enviaba a las primeras hermanas que llegaron a Colombia, recordándoles siempre la herencia de Marie Poussepin, como, por ejemplo, les escribía:
- “Sed ante todo religiosas… obrad, trabajad, bajo la mirada de Dios”
- “No os dejéis deslumbrar por la simpatía que se os demuestra, pues esto prueba que se cuenta con vuestra abnegación”
- “Sed muy cuidadosas y austeras, que no haya entre vosotras sino un sólo espíritu para el bien, un mismo corazón para amar a Dios y para ayudaros mutuamente”
- “Amaos, sosteneos y tened el valor de reprenderos mutuamente”
- “Sed sencillas, amad la pobreza… si os alejáis de ella, vuestro corazón se apegará a naderías”
Sabemos que ya son 150 años de presencia del Carisma en Colombia y en algún momento de ese transcurrir usted ha sido partícipe de esta riqueza desde las diferentes misiones que ha vivido. Si Mère du Calvaire le fuese escrito algunos consejos para animarla en la misión como lo hizo con las hermanas ¿qué le hubiese respondido? ¿cree que esas palabras de Mère du Calvaire siguen siendo vigentes para nosotras hoy, en el proceso de reestructuración?
INTERVENCIÓN
Qué gran testimonio, la hermana Mary ha hecho vida su consagración de seguir a Cristo en el don total de su ser “para vivir y morir al servicio de la Iglesia en el ejercicio de la caridad”. Su experiencia es muestra de sencillez, trabajo, pobreza. En síntesis, es anuncio de la Palabra.