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Bogotá (Colombia), Hna. Ana Francisca Vergara, 28 de mayo de 2023.- Creados por la respiración de Jesús.
“Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió: Reciban al Espíritu Santo”. Jn 20, 22
ESTUDIO DEL TEXTO
Desde el inicio de la creación, en el libro del Génesis, hasta el Amén del Apocalipsis, el hombre es presentado como un ser espiritual. Se convirtió en ser viviente por la respiración divina sobre él y está llamado a pronunciar el Amén; esta expresión viene del hebreo Emuna que significa estar convencido de algo, estar en pie, creer, tener fe.
El Génesis al igual que el evangelio de san Juan nos dicen que Dios respira en nosotros, que somos creados por su aliento. Jesús exhaló en sus discípulos y les dio el Espíritu Santo; no cabe duda de que, cuando Juan se expresaba así, estaba recordando el texto de Gn 2, 7. Es la misma alegoría que vio Ezequiel en el valle de los huesos secos y muertos, cuando oyó a Dios decirle al viento-espíritu: “¡Espíritu, ven de los cuatro vientos y sopla sobre estos muertos para que vivan!” Ez 37, 9.
MEDITACIÓN
La respiración sirve de soporte y de símbolo espiritual a la oración pues somos creados por el hálito divino. El Nombre de Jesús es un perfume que se expande (cf. Ct 1, 4) y que se ama respirar ya que su soplo toca la vida interior, cura, arroja el mal fuera, comunica la fuerza del Espíritu Santo que es, como lo expresan los iconos bizantinos en la garganta inflamada del Pantocrátor, inhalación y expiración de amor en el seno del misterio trinitario. La respiración de Jesús va unida a la del Padre.
ORACIÓN
Oh, Padre de bondad, te agradecemos por habitar en nosotros, que la fuerza de tu respiración en nuestro interior nos haga ser testigos de tu amor ahora y por siempre.