París (Francia), 23/06/2016, Redacción.- El Premio del libro de espiritualidad Panorama - La Procure ha sido concedido a Hna. Anne Lécu, de la provincia de Francia, por su libro Tu as couvert ma honte (Has cubierto mi vergüenza) en Éditions du Cerf. Hna. Anne ejerce de médico en la prisión. Publica regularmente meditaciones en el sitio web Signe dans la Bible y es autora también en la editorial Cerf de: Des larmes y Marcher vers l’innocence.
Tu as couvert ma honte
Tu as couvert ma honte
La vergüenza estropea al hombre, lo pone por tierra. Dios no puede soportar la vergüenza que el hombre puede experimentar delante de Él. Lejos de condenarlo o acusarlo, Dios, al contrario, restaura al hombre que no teme volverse hacia Él. Lo acoge con todo lo que es, claro u oscuro. Revistiendo a Adam de una túnica de piel después de la caída, recubre su vergüenza. Dios recubre en nosotros lo que no es a su imagen, y restaura así nuestra semejanza a su imagen. La túnica de la que Dios nos reviste es posiblemente la que el Cristo deja a la hora de su muerte, "sin costura, tejida de una sola pieza desde lo alto", metáfora de Su misericordia. Si Dios mismo cubre la falta del que se vuelve hacia él, el acusador no tiene salida, ha perdido definitivamente.
Un libro dónde Anne Lécu nos enseña a vivir sin juzgar y sin prejuicios. Un libro para vivir liberados, siguiendo los pasos de grandes figuras bíblicas liberadas por la misericordia sin límites de Dios. Nos alegramos de este reconocimiento. ¡Una gran felicitación a nuestra hermana!
Discurso de Hna. Anne Lécu en el momento de la entrega del Premio Panorama - La Procure 2016
Este libro es un regalo...
Hna. Anne LécuEste libro es un regalo, pues jugué escribiendo lo que al principio era un retiro para frailes y en absoluto un libro orientado a la misericordia de Dios; cuando aún el año de la misericordia no había sido anunciado. Es un regalo del padre Lataste, que progresivamente me ha hecho profundizar la noción de discreción de Dios mismo, que cierra los ojos sobre lo que en nuestras vidas no está a la altura, sobre la vergüenza, sobre nuestras carencias.
Es un regalo de mis hermanos dominicos, que me animaron a trabajar (pienso en Bertrand y en nuestro primer libro juntos hace diez años), que me animaron a predicar (pienso en Thierry y en "Retraite dans la ville"), pero también en el hermano de St. Jacques y en los del Cairo que me invitaron a predicar sobre este tema de la túnica), que me animaron a publicar (pienso en el hermano Renaud y en Cerf).
Es un regalo que me permitieron mis hermanas, dándome el tiempo para estudiar y animándome a trabajar en prisión durante tanto tiempo (casi 20 años) y permitiéndome quedarme allí, pues sólo la larga presencia en un lugar tan particular como éste puede tener efectos perdurables en una vida como la nuestra, efectos sobre la manera de leer, la manera de vivir y posiblemente de la manera de amar. Este libro es un regalo, de ustedes esta tarde, pues los lectores me hicieron confidencias sobre lo que este texto fue para ellos que claramente me sobrepasan...
Este libro es un regalo para mí, recibido por los descubrimientos hechos jugando con el texto. Quedé maravillada de descubrir que la palabra KPPR para decir el gran perdón, era "recubrir". Quedé maravillada por la discreción de nuestro Dios que prefiere desde el Génesis recubrir la vergüenza de Adam para que pueda vivir, y que a la hora de la pasión, cambia una túnica de lujo por una mortaja... Quedé maravillada de comprender (al fin) que el "no te condeno" dirigido a la mujer adúltera fue dirigido a cada uno de nosotros, si tanto es que nosotros no nos juzgamos nosotros mismos y que no hacemos como los escribas que se van, a riesgo de no oír esta frase que era también para ellos ...
Y creo verdaderamente que es urgente decir que no es el pecado lo que interesa a nuestro Dios, ¡sino nosotros!
→ Video del discurso (Buscar 24/06/2016)