Tours (Francia), 01-08/08/2018, Sr. Marie Christine Cousin.- Pequeño recorrido del Retiro espiritual a partir del libro de Jonás, un relato, una historia maravillosa. Hablar de Dios, hablar a Dios, hablar con Dios que nos habla. La Palabra de Dios es siempre una palabra que nos pone en marcha. “Ve”-“Levántate y marcha”, una palabra de misericordia.
¿Pero que me esta reafirmando este relato? Palabra de misericordia por los habitantes de la ciudad de Nínive, una ciudad de perdición, Dios quiere salvarla, pero Jonás no quiere comprender. Dios se muestra siempre abierto a Jonás, Él lo llama sin cesar, intenta hacerle comprender su misión, sin embargo, Jonás realiza esta misión sin vivirla realmente en un primer momento. Jonás, sabe cosas de Dios, él habla de Dios, pero el no entra en relación con Dios, el se cierra en sí mismo, se justifica sin cesar y busca la muerte.
¡Si nosotros pensamos aun que Jonás se convirtió en las entrañas de la ballena, la respuesta es no! El siempre ha estado centrado en sí mismo, de mal humor hasta el final. Nuestra vida cristiana no se funda solamente en el esfuerzo, pero si en el impulso interior -“élan”-, este impulso viene de Dios y nos hace capaces de Dios, el infinito de Dios que viene a tocar nuestro ser finito.
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