Puerto Príncipe (Haití), 20/10/2018, Hna. Ana Patricia Londoño.- Los caminos de Caridad del Abbé Jean Baptiste Fouque y de las hijas de Marie Poussepin ya se habían cruzado en la Marsella (Francia) de principios del siglo XX, cuando el caritativo sacerdote pidió a la superiora general de las Dominicas de La Presentación de Tours, religiosas para administrar algunas de sus obras, entre ellas el Hospital Saint Joseph.
El legado de Caridad del Abbé Fouque y de Marie Poussepin sigue siendo actual hoy en tierra haitiana, donde las hermanas Dominicas de La Presentación han construido el Centro Misionero Marie Poussepin y la Fundación Hospital San Joseph se ha constituido en el mayor colaborador a nivel económico y logístico de uno de los proyectos de dicho centro misionero: el Centro Pediátrico. Por esta razón hermanas Ángela María Vélez, superiora provincial de Medellín, Gloria Luz Villegas, ecónoma provincial y Ana Patricia Londoño, directora del Centro Pediátrico, viajaron a Francia, aceptando la invitación a la beatificación del Abbé Fouque. Asistieron acompañadas por Hna. Maria Escayola, superiora general, Sr. Véronique Margron, superiora provincial de Francia y Sr. Dominique du Christ, archivista de la Congregación, y otras muchas hermanas de la provincia de Francia, de las cuales algunas vivieron su misión en el Hospital Saint Joseph.
Dicha celebración tuvo lugar el pasado 30 de septiembre en la catedral de Marsella, donde el hoy Bienaventurado Jean Baptiste Fouque, mejor conocido como el "San Vicente de Paúl de los Marselleses" fue vicario por muchos años. La sobriedad de la celebración, la belleza de la música, la multitudinaria participación de fieles y clero, el emotivo recuerdo de la caridad concreta y siempre actual del bienaventurado, las delicadas atenciones de los miembros de la Fundación Hospital Saint Joseph con "las Hermanas Dominicas de la Presentación de Tours" (como ellos siguen llamándonos), fueron las notas características de la celebración.
A Dios damos gracias por el servicio generoso de nuestras hermanas durante 60 años en el Hospital Saint Joseph, lo cual ha permitido que estos lazos de solidaridad en beneficio de los más pobres y vulnerables, se continúen tejiendo hoy. Que los Bienaventurados Marie Poussepin y Jean Baptiste Fouque, continúen velando por los más necesitados y por quienes consagra sus vidas al servicio de éstos.