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Cali (Colombia), Hna. Ofelia Vargas González, 7 de mayo de 2023.- "No dejéis que vuestros corazones se turben. Creed en Dios, creed también en mí.
ORACIÓN
En el nombre del Padre, en el nombre del Hijo, en el nombre del Santo Espíritu estamos aquí, para alabar y agradecer, bendecir y adorar estamos aquí, Dios Trino de amor.
EVANGELIO
Juan 14, 1-12.
"No dejéis que vuestros corazones se turben. Creed en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas. Si no fuera así, ¿Te habría dicho que voy a preparar un lugar para ti? Y si voy y os preparo un lugar, volveré y os llevaré a mí mismo, para que donde yo esté vosotros también estéis. Y tú conoces el camino al lugar al que voy”. Tomás le dijo: “Señor no sabemos adónde vas. ¿Cómo podemos saber el camino?” Jesús le dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino a través de mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre. Desde ahora lo conocéis y lo habéis visto”. Felipe le dijo: “Señor, muéstranos al Padre y estaremos satisfechos”. Jesús le dijo: “He estado contigo todo este tiempo, Felipe, ¿y todavía no me conoces? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo puedes decir: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las palabras que os digo no las digo por mi cuenta, sino que el Padre que mora en mi hace sus obras. Creedme que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí; pero si no lo hacéis, creedme por las obras mismas. Verdaderamente, os digo que el que cree en mí también hará las obras que yo hago y, de hecho, hará obras más grandes que estas, porque yo voy al Padre.
ESTUDIO DEL TEXTO
Por todo lo vivido al final de la Última Cena, por los distintos anuncios de la pasión, (vamos a Marcos 8,31; 9,30-32; 10,32-34), caigamos en la cuenta de lo que hace Jesús después de esto y cómo la actitud de los discípulos, muestra que ellos no han entendido nada… (Mc. 9,32); la salida precipitada de Judas, (Mc 14,10); el anuncio de que Pedro lo negaría (Mc.14,30); las palabras de Jesús hablando de su próxima partida, han dejado a todos desconcertados ¿Qué va a pasar con ellos?
Jesús capta su desazón y trata de animarlos: “No se turbe su corazón… Jesús les dice: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Él es el Camino porque revela al Padre, (Jn.12,45), nos muestra el camino al Padre, Él mismo es el único acceso al Padre, (Jn.14,4-7), en cuanto es la Verdad y la Vida. Jesús es el Verbo, es la Palabra y la Palabra es Dios porque sale de la boca del Padre. (Jn.14,10).
MEDITACIÓN
Jesús les dice: yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Una confesión para todos: seguidores, seguidoras, proseguidores y perseguidores de Jesús, para los que no han encontrado el camino, porque, no han buscado, o porque solitariamente no han tenido quien los oriente y así descubrir en Jesús, la única salida para crecer, formarse, vivir en Él, conocer su Verdad y recibir la Vida, para tener vida por la transformación que vamos experimentando al caminar con Él, compenetrarnos con Él y comprometernos en su Proyecto: La Vida en abundancia para todos y todas.
Él es la Verdad: significa que tenemos la unión con Dios Padre y por tanto la Vida Eterna a través de Jesús: “Esta es la Vida Eterna” (Jn.17,3), “que te conozcan a Ti, el único Dios verdadero y al que Tú has enviado, Jesucristo”. En la medida en que conocemos al Padre y al Hijo, vamos haciendo Vida Eterna.
Yo soy la Vida. Él es la vida, significa que tenemos la unión con Dios Padre y el Espíritu y por tanto la verdadera Vida si creemos y vivimos lo que creemos. Él es la fuente de la Vida. Hay que creer en Él y creerle a Él.
ORACIÓN
¿Qué le decimos al Señor inspirados por su Palabra? Señor Dios de la Vida y de la Historia, gracias porque nos das la seguridad de que caminas con nosotras y nosotros, porque eres la Verdad y la Vida que descubrimos día a día, en tu Palabra y en la realidad y porque nos animas para vivir como hijas e hijos, hermanas y hermanos, construyendo tu Reinado en el amor. Amén.
EL COMPROMISO – LA ACCIÓN
Jesús invita a su comunidad discipular a vencer el temor, a no dejarse amedrentar frente a todo aquello que produce desesperanza, muerte, pesimismos, tristeza; son las obras las que hacen posible el Proyecto del Padre, el Reino; mediante la dignificación de toda la persona. La comunidad de seguidores de Jesús es la depositaria del Bien Común. El Reino es la suma de todos los bienes… donde está el bien, allí está el Reinado de Dios.
Dios levanta y resucita a Jesús, recordándonos que en Él siempre renace y se renueva la vida. La vida resucitada se debe continuar, hasta hacer de este mundo un lugar donde todos quepamos, una casa donde resguardarnos, donde encontrar refugio y comida para alimentarnos… La calidad de vida se manifiesta en compasión, en terquedad incontenible para la solidaridad y la misericordia en acción, como nos lo expresa el mismo Jesús: “Quien crea en mí, hará él también las obras que yo hago y las hará aún mayores, porque yo voy al Padre. (Jn.14,12).
Hagamos un reconocimiento al compromiso concreto en nuestras comunidades eclesiales de base que han dado verdadero bienestar, fraternidad, capacidad en el corazón para compartir, calidad de vida a muchas personas o familias y van dignificando la vida en todas sus formas.
OTRAS PISTAS PARA LA REFLEXIÓN
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¿Qué situaciones comunitarias requieren soluciones audaces para hacer visible a Jesús Resucitado, Camino, Verdad y Vida?
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¿A qué se refiere Jesús cuando dice: “¿El que crea en mí, hará también las obras que yo hago y las hará mayores aún?”