Washington (USA), 17/04/2020, Hna. Mónica García Alemán.- La silueta de Marie Poussepin sellada con el nombre de cada hermana de la viceprovincia de los Estados Unidos nació como preparación a la Asamblea viceprovincial del 2014.
Dios nos llama, nos convoca, nos envía, pero es a través del rostro de Marie Poussepin que la caridad y la vida comunitaria se hacen visibles y palpables para todas las personas que se han encontrado con una hermana de la caridad. De igual manera, como mostrarnos a nosotras mismas el rostro de Marie Poussepin sino es a través de la vida cotidiana donde dependemos las unas de las otras. Solo cuando entendemos que dependeremos unas de otras, se hace visible la inspiración que recibió Marie Poussepin de contemplar el rostro de Dios para que a diario se lo mostremos a los demás. Ella nos invitó a su casa para vivir y morir al servicio de la caridad.
“Mirad, Ahora es el tiempo favorable”. Esta fue la invitación del Gobierno General en el 2014, de revaluar nuestras vidas, para darle un nuevo impulso a la misión de la Congregación. Nuevos métodos, nuevos mapas misioneros, nuevos recursos, pero al final el mismo rostro sereno y tranquilo de Marie Poussepin que supo vivir y cumplir lo que era justo a los ojos de Dios. Cada Hermana ocupó un punto importante en el rostro de Marie Poussepin, su boca, su nariz, sus oídos, cejas, ojos, velo, etc.
El tiempo fue favorable para mostrar su rostro e invitarnos al vivir el don de la fraternidad y la hermandad.
Con el rostro de Marie Poussepin también se creó la casa donde cada comunidad vivía con la foto de las comunidades locales y el reloj de arena midiendo el tiempo de la caridad.
