Perú y Bolivia, 29/08/2020, Laicos Marie Poussepin.- Este año 2020 ha traído consigo grandes pruebas que han hecho volver nuestra mirada hacia el Dios misericordioso y clamar su protección ante una pandemia que va minando la vida de muchas personas, sin discriminar condición social, raza o religión. Sin embargo, ante estas grandes tristezas, tenemos grandes esperanzas y alegrías.
Del 20 de noviembre de 2019 al 21 de noviembre de 2020, la Congregación de las Hermanas de la Caridad Dominicas de la Presentación de la Santísima Virgen, instituyó un Año de Gracia, como tiempo de agradecimiento a nuestro Dios, por la Beatificación de Marie Poussepin, fundadora de la Congregación. Estamos de fiesta: 25 años de beatificación, nos llenan de gozo y nos llaman a renovar el compromiso por la vida de misión y servicio.
El viernes 21 de agosto, tuvimos el I ENCUENTRO VIRTUAL DE FAMILIA: LAICOS MARIE POUSSEPIN PERÚ Y BOLIVIA. Nos es grato compartir nuestro sentir, lo que significó este encuentro.
Fue enriquecedor poder compartir con más de 90 participantes, los cuales formamos parte de nueve grupos de hermanos laicos entre Perú y Bolivia, unidos en un solo carisma, la vida de caridad de Marie Poussepin y una sola Fe, Cristo Resucitado. Cada grupo ha dado testimonio de lo que significa la presencia no solo de Dios, sino de la Congregación de Hermanas Dominicas en su vida y misión.
En estos tiempos, hacer un encuentro en la Fe, es algo muy valioso, ya que aviva nuestra esperanza en un Cristo Misericordioso que llama a nuestra puerta para asumir con mayor conciencia nuestro compromiso con aquellos que están sintiendo el dolor y el flagelo de esta pandemia. El Señor nos llama a salir al encuentro del hermano, y así como el Evangelio del día resaltaba que el amor a Dios se manifiesta en el prójimo, nosotros hemos reflexionado y reconocido, que podemos encontrar las maneras para brindar ese apoyo, esa mano amiga a nuestro prójimo, desde la distancia social que nos ha tocado vivir.
Coincidimos, como laicos, que nuestras obras de misericordia van de la mano con: la oración, el acompañamiento, la caridad, dando aliento, brindando esperanza, educando a la manera de Jesús y utilizando los medios tecnológicos desde donde nos encontramos. Es así que seguimos los pasos de Marie Poussepin, siendo apóstoles de la caridad desde nuestras casas o sitios de trabajo.
Este encuentro ha reconfortado nuestra vida espiritual, ha avivado la llama del amor a Dios sembrada en nuestros corazones; nos hizo ver que no podemos perder la esperanza, que tenemos una corresponsabilidad colectiva de evangelizar siendo dulces en nuestras palabras, sencillos en nuestras acciones, “siempre dispuestos a hacer el Bien”.
Esperamos que se pueda motivar a otros encuentros donde podamos compartir experiencias de vida, acciones y actitudes en las que el carisma de nuestra Beata Marie Poussepin se haga visible. Tenemos fe y confiamos que en un futuro próximo Ella sea elevada a los altares como modelo de santidad.
Gracias Hermanas de la Caridad Dominicas de la Presentación por brindarnos este encuentro.
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