Bucaramanga (Colombia), 28/07/2020, Marlén Cecilia Consuegra V..- Marie Poussepin, un gran ser humano que marcó mi vida personal y profesional. La conocí a lo largo de los 28 años que duré como docente de ciencias sociales en el Instituto La Milagrosa de Santa Marta, en el Caribe colombiano, donde viví hermosas experiencias inolvidables con mis estudiantes, marcadas por los principios y pilares fundamentales de una mujer que trazó mi camino espiritual y pedagógico de una manera clara y concisa: la caridad, la justicia, la responsabilidad, la sencillez y el trabajo fueron la esencia más pura de mi quehacer en el colegio.
"Ten mucha ternura y vigilancia con la juventud que educas”. Esta frase se quedó grabada por siempre dentro de mí corazón. Su valentía y la fuerza con que enfrentó todas las dificultades en su tiempo, la llevó a cumplir sus sueños esparciendo su semilla de amor por todo el mundo. Así tal cual les contaba su historia a mis estudiantes alentándolas a seguir adelante a pesar de las circunstancias más adversas. Hoy en este momento tan difícil que está viviendo el mundo su ejemplo cobra vida. Sé que muchas la están recordando como yo lo hago, pues nos alienta a seguir adelante y llevar en alto su nombre y su recuerdo. "Dios nos ha conducido aquí, con el fin de que continuemos con esta gran tarea”.
Gracias por tanto Marie Poussepin.
Érase una vez… Marie Poussepin
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